¡Qué curiosa y lamentable habilidad que tenemos los argentinos para agrandarnos y alardear de lo bueno que dicen o hacen otros! Y esto de alardear va unido a adoptar modas tan livianas como pasajeras y para nada significa seguir ejemplos. Nos sale bastante bien eso de aplaudir ideas, acciones y propuestas para luego tomarlas a la ligera o directamente borrarlas de nuestra agenda de vida.Un ejemplo de esta característica está dado por la forma en que se asume esto de que el actual Papa sea argentino. Seguir leyendo BANALIZANDO AL PAPA
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