El gobernador Alberto Rodríguez Saá anuncia dos cosas que merecen ser analizadas a la luz de ese muy viejo refrán.
Por un lado anuncia la decisión de traer entre 200 y 300 refugiados sirios, lo que está bien, es una cabal demostración de solidaridad, especialmente para con los europeos principales responsables junto a los EEUU de las guerras que asolan el medio oriente desde hace muchos años. Pero paralelamente impone por ley una brutal y anticonstitucional discriminación laboral para los argentinos no nacidos en San Luis. Aplaudo y felicito por la solidaridad para con los sirios; rechazo visceralmente la ley de trabajo sanluiseño.
La otra, anuncia su deseo de pasar Nochebuena con la Sra. Milagro Sala, una solidaridad que ni su gobierno ni el de su hermano mostraron nunca con Nelson Madaffs, víctima emblemática del gobierno feudal sanluiseño impuesto en diciembre de 1983. Madaffs fue acusado de un crimen que no solo no cometió, sino que nunca existió. Lo encarcelaron, lo torturaron hasta que asumió haber matado a Claudia Díaz ( a la sazón viviendo en Caucete por haber huido de su padrastro, hecho del que nunca se investigaron sus causas).En la cárcel contrajo HIV, perdió toda capacidad laboral a raíz de las torturas sufridas,incluso con presencia y participación del juez Ochoa. Años después se comprobó su inocencia. Pero nunca los señores feudales investigaron a los policías y penitenciarios responsables de los sufrimientos de Nelson; rechazaron los pedidos de juicio político al juez; es decir que en lo sufrido por Nelson hubo responsabilidades del ejecutivo, del legislativo y del judicial.
Le pagaron tardíamente y en cuenta gotas una baja indemnización.
NUNCA EL GOBIERNO DE SAN LUIS, reconoció sus errores, nunca una muestra de solidaridad.
Sí lo hacen con Milagro Sala, porque ese gesto vende en el marketing político.
Y así sigue dolorosamente nuestra historia.
SAN LUIS. Diciembre 5 de 2016
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