El Dr. Adolfo Rodríguez Saá fue elegido Gobernador en 1983; 1987, 1991, 1995 y 1999. Debió finalizar este último mandato el 10 de diciembre de 2003. Al renunciar para asumir su brevísimo periodo como Presidente de la Nación a fines del 2001, se hizo cargo la Vicegobernadora Alicia Lemme, quien debió terminar el mandato hasta el 10 de diciembre de 2003.
El 27 de Abril de 2003 se elige Presidente de la Nación al Dr. Kirchner y como Gobernador Pcial. (elecciones al menos de dudosa legitimidad) al Dr. Alberto Rodríguez Saá.
Cuando éste advierte que el Dr. Kirchner asume la presidencia el 25 de Mayo, decide también asumir ese 25 de Mayo.
Pero hay una gran diferencia. Kirchner asume en esa fecha para completar el mandato de De La Rúa según la ley nacional de acefalía (San Luis no tiene ley que reglamente los preceptos constitucionales).
Si bien Alicia Lemme renunció a seguir como Gobernadora, la Asamblea Legislativa debió elegir de entre los suyos a quien la reemplace (art. 153 de la Constitución). Los legisladores oficialistas, en vez de respetar la Constitución y sin cubrir las apariencias con algunas de esas leyes que suelen aprobar en cuestión de minutos, pusieron en funciones al Alberto Rodríguez Saá; quien desde ese momento sostuvo haber sido elegido para gobernar entre el 25 de mayo de 2003 al 10 de diciembre de 2007.
¿Qué dice la Constitución en cuanto al mandato del Gobernador? Veamos:
Artículo 147: Duración de Funciones: El gobernador y vicegobernador duran cuatro años en el ejercicio de sus funciones, contados desde el día en que prestan juramento y pueden ser reelectos.
Artículo 148: Cese del mandato: El gobernador y vicegobernador cesan en sus respectivos mandatos el mismo día en que expira su período legal, sin que hecho alguno que lo haya interrumpido pueda ser motivo para que lo complete más tarde o para su prórroga.
Esta absoluta claridad de la norma constitucional, no puede ser modificada por decreto alguno de convocatoria a elecciones, como dijo alguno por ahí; ni por ley (que no la hubo tampoco)
Esto sólo puede pasar en una provincia como la de San Luis, en la que los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá han conformado una estructura de gobierno tal que controlan a su antojo a los legisladores, a gran parte de la justicia y a los principales medios de comunicación de alcance provincial. Desde este control y desde el ejercicio de una acción política corrupta, corruptora y clientelista hacen su antojo en lo económico, lo social, lo institucional, etc. No en vano tienen ahora varias decenas de miles de planes asistenciales y de contratos basura, algunos con más de 15 años así, con los que pretenden esconder el desempleo y su desinterés en crear fuentes de trabajo. Todo esto por cierto en un clima de inseguridad, presiones y violencia.
No hay modo de entender por la vía legal y democrática la extensión del mandato de Alberto Rodríguez Saá. Sólo se la comprende como originada en un capricho o en la insania mental. Con el sostén y aplauso del coro de beneficiarios de este estado de cosas.
Lo lamentable es que esto lo conocen los legisladores, los jueces, los comunicadores sociales. Tanto provinciales, como nacionales. Lo conoce el Presidente y su Gabinete. Lo saben todos aquellos que en el país están informados de lo que pasa en nuestra Patria.
En la Provincia se han hecho presentaciones legales.
Pero dale que va. Los Hermanos Rodríguez Saá siguen teniendo campo orégano para sus tropelías. ¿Habrá un pacto del estilo: vos no jodés en lo nacional, nadie te jode en la provincia? ¿ Será que hay que dejar liberada la provincia para que continúen las actividades de timba más hotelería, tan propicias para el lavado de dinero mal habido?
Hace mucho dijimos que así como una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones; no habrá democracia en el país, mientras exista una provincia en la cual la democracia ha devenido en un totalitarismo corrupto y corruptor como este de los Rodríguez Saá en San Luis.
Desde la hora 00:00 del 26 de mayo de 2007, la democracia, la justicia de nuestra Patria Argentina sufrirán el más atroz de los atropellos, porque no se concreta desde una dictadura impuesta por las armas y el terror, sino desde las mismas estructuras democráticas y republicanas.
SAN LUIS. 25 de Mayo de 2007.