CARTEL CON ERRORES YA DESAPARECIDO

PROMESAS, NO REALIDADES

Sería necedad negar la mucha obra pública en San Luis desde 1983 a la fecha. Hay obras necesarias y otras no tanto. Las hay bien hechas y otras no.  Hay sospechas de costos elevados, comparados con obras similares en otras provincias. Sospechas que siempre llevan a pensar en retornos, comisiones, etc., muchas veces denunciadas, nunca resueltas o develadas.

Lo que no puede discutirse son las anunciadas con bombos y platillos como una gran solución a problemas acuciantes y que hasta la fecha esperan la terminación, con la lógica consecuencia de presupuestos dilapidados.

En esta ocasión veremos el caso del CENTRO MODELO DE CONTENCIÓN DEL MENOR EN RIESGO, anunciado por el entonces Ministro de la Legalidad Dr. Martínez Petricca n marzo de 2004.  Ese fue el año del conflicto del gobierno con los “curas amigonianos” responsables  de la Colonia Hogar, donde eran alojados para su reinserción social los menores que habían caído en el delito

Todo indica que ese anuncio fue el paso previo a las denuncias gubernamentales  contra esa orden religiosa y a la política de desinstitucionalización de esos menores, sin prever recaudos para su futuro. Hasta llegar a  la expulsión  de la provincia de esa orden religiosa.

Para aparentar una nueva política para con esos jóvenes, se anunció la creación de ese centro, en reemplazo de la Colonia Hogar.  Sería construido refaccionando la llamada “Escuela Rosada” ubicada en la ruta provincial 10, a unos 5 km al oeste de La Toma en el Departamento Pringles.

EL DIARIO DE LA REPUBLICA, publicó en esos días,  una amplia nota incluyendo la foto de esa escuela y el plano final. El edificio final tendría unos 500 metros  cuadrados, capacidad para unos 40 jóvenes en habitaciones individuales de 2 x 3 metros; más instalaciones sanitarias, de cocina y aulas. Esas habitaciones,   más chicas que un calabozo, no son las óptimas  para el objetivo anunciado.

Según ese anuncio, trabajaban allí unos 100 trabajadores del Plan de Inclusión Social (pico y pala que se le decía) y la obra estaría terminada en unos 45 días, es decir en mayo de 2004.

La obra nunca se completó en 17 años. Se conserva el alambrado perimetral, no tiene techos, ni puertas ni ventanas. Da la impresión de haber sido abandonada poco después del anuncio ministerial. Hoy está tapada con arbustos y yuyos. Lamentable, vergonzosamente abandonada.

Hoy los menores que delinquen no tienen un lugar en que se los eduque y prepare para una inserción positiva a la sociedad. Tampoco se ha pensado en recuperar ese edificio para otra finalidad. Ya ha desaparecido el cartel de obra.

Ahí está a la vista, una obra pública poco y mal pensada, muestra de la improvisación demagógica y de promesas incumplidas.

Hoy, los menores en situación de riesgo social carecen de un lugar en donde recuperarse; la sociedad no tiene conocimiento de esta realidad; la dirigencia política, ignora o calla. El gobierno de Alberto Rodríguez Saá tiró a tontas y locas cifras importantes del presupuesto. Nunca una explicación gubernamental. Nunca un pedido de informes o reclamo de parte de la oposición.

Ahí está, en la Ruta 10, a 5 km al oeste de La Toma.  Nadie se interesa por una obra abandonada, menos aún, por resolver los problemas de los jóvenes que caen en el delito, hoy librados a su suerte.

SAN LUIS. Setiembre 30 de 2021