UNA DEUDA DE LA DEMOCRACIA

Tras 37 años de esta nueva etapa democrática en nuestra patria, vemos no sin dolor, que en educación no hemos tenido los avances necesarios y deseados. Más aún, vemos que muchos países hermanos de América han mejorado sus indicadores educativos, mientras que nosotros hemos caído al punto de perder el liderazgo educativo en Latinoamérica que supimos ostentar.

Cuando hablo de indicadores que muestran la realidad educativa de los países, me baso en los resultados de las muchas evaluaciones que se hacen,  provinciales, nacionales, latinoamericanas y mundiales. En todas ellas hemos caído en el ranking de resultados por especialidades y globales; mientras que la mayoría de los países americanos evaluados junto con nosotros, han mejorado su posición.

Hay muchas críticas y rechazos a estas evaluaciones, pero  no tienen en cuenta, la notable coincidencia en los resultados de todas ellas.

Además, ya sabemos, tanto por lo que se dice en el mercado laboral y lo que ocurre en las universidades,  que gran parte de nuestros egresados de secundaria tienen gran déficit en el manejo del lenguaje  oral y escrito, en la comprensión de textos y en resolución de cuestiones matemáticas elementales. Ejemplo de esto, son los cursos que las universidades dan desde hace años, para suplir las carencias de la educación secundaria.

En esta nueva etapa democrática, se han puesto en marcha intentos de reformar nuestro sistema educativo ya sea a través de dos leyes nacionales,  con Menem una,  con Kirchner otra. Hubo cambios de la estructura y nombre de los niveles, curriculares, leyes de financiación, cambios de contenidos, etc. Incluso se incumplieron medidas fijadas por ley, sin ninguna consecuencia para las autoridades. Ninguno logró los objetivos anunciados, no hemos tenido buenos resultados, seguimos cayendo.

¿Qué hay o qué veo en esta caída?

Nuestra educación  es también víctima  de ese proceso sociológico definido como  sociedad líquida; idea del polaco Baumann, que afirma  que los valores sobre los que se edificó la sociedad humana, han perdido su solidez, su firmeza, licuándose. Como los líquidos adquieren la forma que lo contiene, así la educación ha dejado de ser una cuestión nacional, para adoptar las ideas y formas que conviene a las distintas expresiones políticas. Algunas decididamente contrarias a formas republicanas y democráticas, como las variedades marxistas, anarquistas, hoy infiltradas en el denominado populismo de gobiernos, gremios, etc.

No se ve en el horizonte que haya una intención de asumir políticas educativas de largo plazo acordadas con todas las expresiones políticas, sociales, gremiales, académicas, etc. Cada sector pretende imponer a la totalidad de los argentinos sus ideas, mostrando la poca o nada vocación de sólida unidad nacional.

Por cierto, que esta situación no es solo responsabilidad de los gobiernos democráticos, las dos últimas dictaduras tienen mucho que ver con esto. Si señalo estos últimos 37 años, es porque la democracia tan anhelada está fracasando en materia educativa. No ha sabido superar el daño hecho por esas dictaduras, ni ha sabido adecuarse al veloz crecimiento del mundo en las ciencias, la investigación, la formación de recursos humanos, la generación de nuevos y más empleos.

Necesitamos políticas educativas integrales a corto, mediano y largo plazo. No necesitamos del partidismo político demagógico que prácticamente obliga a aprobar alumnos nivelando para abajo, multiplica las previas, aliviana los exámenes, es permiso en inasistencias y conducta, quita la autoridad docente, etc.

Otro grave daño que se le hace a los jóvenes, son los planes de terminalidad educativa, en los cuales se hacen primaria y secundaria en pocos años, con una superficialidad académica que no vacilo en decir que son violaciones al derecho de estudiar. La obtención de un lindo cartón que certifica estudios, no asegura el logro de los conocimientos mínimos que el momento exige. Son pura demagogia que también sirve para dibujar falsas estadísticas exitosas.

Paralelamente y a falta de generación de empleo seguro, se inunda al país con planes asistenciales cuya poca capacidad productiva es tan grande como el clientelismo político que generan.

A consecuencia de este resumen de desaguisados, tenemos hoy el quebranto educativo, la pérdida del respeto y cariño que la sociedad argentina le supo tener a la educación como generadora de ascenso social.

No hay que ir muy lejos para determinar responsabilidades.

Es la dirigencia argentina en todos los campos, especialmente en la política – gubernamental,

Nos hablan mucho del futuro, pero en su accionar nos demuestran que el futuro para ellos son las próximas elecciones. Para ganar poder, para asegurarlo, para incrementarlo o para lograr impunidad, etc.

Por cierto, que hay personas, grupos, que levantan sus voces para construir el futuro en la misma línea en que avanzan otros países. Pero sin lograr ni a legislar ni a gobernar.

Porque en esta sociedad líquida, la política de baja calidad y el facilismo populista que nos rige, sólo piensa en ganar elecciones a como sea.

En este marco, la educación no es prioritaria ni esencial para la agenda política, ni para las aspiraciones de crecimiento cultural y  socio económico de los argentinos.

Lamentablemente, la mayoría de los medios de comunicación, el periodismo,  no le dan a la educación la importancia que tiene; salvo cuando hay algo grave, truculento preferentemente, como para lograr más audiencias o ventas. Muchos temas son seguidos por semanas, meses; nunca pasa eso con la destrucción de nuestra educación.

En nuestro sistema educativo perduran aún características de otras épocas: la formación docente; el régimen laboral; una administración reñida con una gestión moderna, siendo una burocracia lenta, pesada, ineficaz  y cara;  el esquema de materias; las calificaciones y cómo se usan;  el sistema de exámenes y de materias previas;  designaciones tardías;  horarios rígidos;  profesores taxis,  etc.

Sin olvidar, por cierto, el desinterés gubernamental para mejorar sustancialmente las pésimas remuneraciones docentes y la negación por darle a la educación el carácter de esencialidad que le corresponde.

Además, en los bajos sueldos se le da un valor exagerado a la antigüedad, dejando de lado, la especialización, logros académicos o de investigación y renovación en su trabajo. Buena parte de las capacitaciones son cursos  que se ofrecen sin planificación y en demasiadas ocasiones de dudosa calidad y actualidad académica.

Los cambios que se han efectuado en algunas provincias, no han sido de fondo, no suelen ser duraderos por lo que  dejan el amargo sabor de las frustraciones.

Así, la educación está en un círculo vicioso, que no logran romper las pocas excepciones.

Es duro y triste describir esta realidad. Pero así debe ser, ya que para superar cualquier problema debemos tener un diagnóstico claro, sin tapujos, sin auto engaños. Esta realidad es muy notoria, solo no la ven – o no quieren verla – las autoridades responsables. Allá ellos y sus negaciones.

Volviendo al inicio, esta etapa de nuestra vida democrática, del 83 hasta hoy, fracasa en lo educativo. Atrás del crecimiento de muchos países está encontramos siempre una educación poderosa, prioritaria para todos, exigente, bien paga. Lo que demuestra que se sabe que las riquezas nacionales están en el conocimiento de sus habitantes.

Si tantos lo han hecho y lo hacen, nosotros también podemos hacerlo.  Debemos construir esa esperanza exigiendo y exigiéndonos mucho.  Exigirnos mutuamente entre gobernantes, legisladores, directivos, docentes, sociedad, familia, estudiantes.

La educación no es un juego, no es diversión, no es superficial. Es una responsabilidad de todos. Es la base fundamental del futuro.

No lo estamos viviendo así, si desde las autoridades responsables no hay respuestas, somos los ciudadanos los que debemos instalar en la agenda política nacional la prioridad educativa.

Para cerrar, el fracaso en educación que  señalo y  acuso a esta etapa democrática de Argentina, es que tras tantos años, gobiernos y promesa, nuestro sistema educativo es de exclusión, pese a tanta alharaca de políticas inclusivas que de nada han servido, excepto para aumentar el clientelismo político electoral.

“Más Dios ha de permitir /Que esto llegue a mejorar/  Pero se ha de recordar/  Para hacer bien el trabajo/ Que el fuego, pa’ calentar/ Debe ir siempre por abajo».

Aprendamos del Martín Fierro y exijamos firmemente a nuestros gobiernos democráticos que hagan lo que deben hacer, EDUCAR AL SOBERANO  y  no hacer como que educan.

Necesitamos la mayor y mejor educación. No nos callemos, no nos crucemos de brazos. Porque estamos perdiendo el tren del futuro.

SAN LUIS. Febrero 22 de 2021

Esta nota fue escrita a partir de lo expresado en el día de la fecha en la columna educativa incluida en el programa LA MARCHA DE LAS NOTICIAS que conduce Elisa Sosa por Radio Dimensión de la ciudad de San Luis.

ES CIERTO, HAY GOLPE

Días atrás el ex Presidente Eduardo Duhalde expresó en una entrevista televisiva, sus dudas acerca de las elecciones del año 2021; para terminar afirmando que se estaba gestando un nuevo golpe de estado. Después vinieron sus explicaciones y disculpas. Personas muy conocidas, expresaron algún grado de coincidencia para con esos dichos.

Por cierto, que fueron muchas más y muy importantes, las expresiones de rechazo y repudio. Es que ya tenemos sobrada experiencia de lo que nos dejaron los golpes triunfantes del pasado, como también de cómo varios gobiernos tuvieron que aguantar aprietes, exigencias y condicionamientos de parte de las Fuerzas Armadas, usualmente fogoneadas por civiles no muy amigos de dar la cara.

¿Por qué entonces el título de esta nota?

Vayamos primero a ver que es un “golpe de estado”, encontramos los siguientes rasgos comunes:

* Es la toma de modo repentino e ilegal del gobierno de un país.

* Requiere contar con elementos de fuerza, acudiendo usualmente a las fuerzas armadas.

* Sus consecuencias son la pérdida del marco constitucional y legal, pisoteo de las instituciones, violación de derechos, persecución a opositores, violencia extrema, gobierno para minorías, etc.

Podemos distinguir, rápidamente, tres tipos de golpes de estado:

Palaciego, en el que un grupo integrante del gobierno expulsa y reemplaza a quien ejerce el mando o lo convierte en un obediente títere.

Institucional, en el que el mismo gobierno avanza sobre los otros poderes para obtener mayor poder.

Militar, cuando las fuerzas armadas más grupos civiles, derrocan al gobierno existente y asumen la totalidad del poder en el país.

Para avanzar en la consideración de posibilidades de algún tipo de golpe, debemos echar una rápida mirada a la actualidad.

En este momento y desde hace mucho, nos encontramos con la escasa capacidad de diálogo y trabajo integrado, constructivo y cooperativo entre nuestras expresiones políticas gobernantes, lo que va acompañado de achacar los males al gobierno anterior, a la oposición o cualquier otra cosa que sea ajena a quien ejerce el gobierno. Un dato de inmadurez más propio de niños que culpan a los “otros chicos”, que del necesario ejercicio de la crítica y la autocrítica. Lo de culpar a otros, hoy va de la mano de la agresividad verbal insultante y descalificatoria, muchas veces sin los fundamentos o el coraje como para ir a la justicia. Tenemos también una grave situación económica fruto de varios gobiernos, con errores que llegan hasta lo irresponsable. Situación ésta, potenciada por los efectos de la cuarentena implantada para tratar de resolver, infructuosamente hasta el momento, los efectos de la pandemia COVID 19. Paralelamente nos está estallando la realidad de inequidad, injusticia social e ineficientes sistemas de salud y educación. A consecuencias de todo ello, la violencia delictiva y el narco tráfico se están enseñoreando en el tejido social, sostenidas en teorías jurídicas y sociales que la justifican con argumentos que llamaríamos ridículos sino fuesen tan dañinos. La defensa al delito, también se vuelve violenta.

Mientras esperamos que el gobierno marque el camino y los medios para superar esta decadencia nacional, él se muestra más interesados en solucionar sus propios problemas.

Da fe de ello la arremetida para modificar la justicia, en particular en lo atinente a los juicios  a miembros del gobierno que encabezó la hoy vice presidenta Cristina Elizabeth Fernández.  Lo dicho por la Sra. Milagro Sala: «Si no hay una reforma judicial, nunca vamos a poder recuperar la libertad»; nos exime de dar más argumentos.

No les importa el descomunal costo de esta presunta reforma judicial; porque al tiempo que incrementa la burocracia estatal, apunta a lograr los votos necesarios para la aprobación en Diputados.

Tras un arreglo de la deuda externa, que es desarreglo para la próxima década, la economía sigue con el único rumbo de emitir moneda a tontas y locas, crear nuevos impuestos y más planes demagógico – sociales, sin mayores exigencias laborales o de formación para que puedan insertarse, alguna vez, en el mundo del trabajo.

Al tiempo que el presidente usa y abusa de los decretos de necesidad y urgencia, se avanza en trabar la tarea legislativa. Meses demoraron en contar con un sistema apto para sesionar en cuarentena.  La vice presidenta acalla a senadores de la oposición, cortándoles el micrófono en sesiones virtuales. El diputado Massa hace sesionar en forma virtual a los diputados tras haberse vencido el plazo acordado para sesionar de ese modo.

Sin olvidar, por cierto, el largo tiempo que la justicia federal han estado sin trabajar en este año.

Eso sí, el gobierno nacional, la justicia y gran parte de los legisladores nacionales, no son capaces del mínimo gesto solidario de cobrar un poco menos en esta situación de suma gravedad.

Se hace muy largo el precisar cómo el ejecutivo nacional está avanzando sobre el legislativo y el judicial, para poder gobernar sin los controles y límites propios de la vida republicana. Es evidente y no de ahora, que es un objetivo kirchnerista. No olvidamos aquel 27 de febrero de 2012, en el acto de recordación del bicentenario del izamiento de la primera bandera nacional, cuando la Sra. Cristina E. Fernández lanzó, a viva voz, su consigna “VAMOS POR TODO”.  Expresión no republicana, ni democrática. Sí, totalitaria.

Hacer todo esto, es recorrer el camino hacia un golpe del tipo institucional.

El partido que ganó las elecciones para gobernar Argentina entre 2019 y 2023, quiere controlar, dominar los poderes judicial y legislativo, buscando primero, la impunidad en los muchos juicios que tienen y luego asegurarse el poder y fortalecer su totalitarismo, que será seguramente violento.

 

Mientras eso ocurre a nivel institucional, el frente interno del gobierno no está calmo. El Presidente Fernández no llegó al cargo buscándolo, pre candidateándose. Inexplicablemente y tras haber hecho múltiples declaraciones descalificatorias al kirchnerismo y a su conductora, ésta lo ungió como candidato. No tiene fuerza política propia, ni posibilidad para lograrlo. Sus declaraciones, sus contradicciones, sus olvidos nos hacen dudar de su capacidad. El que exprese desconocer hechos de alto impacto en la sociedad toda, nos hace pensar que su desinformación es fruto aquello que aún se conoce como “el diario de Yrigoyen”. También puede ser por desinterés, insensibilidad o por mentiroso.

Alberto Fernández fue puesto como presidente por la vicepresidenta Cristina E. Fernández, ella es quien manda la fuerza política gobernante. No creemos que el Fernández presidente tenga mucho margen de maniobra para decidir por sí solo, salvo alguna cosita leve, de maquillaje; sin importar demasiado el costo humano, material o republicano que ello pueda implicar.

Esto de que el presidente esté atado a un compromiso de acatar órdenes de su jefe partidario, nos pone frente a un golpe palaciego. Más aún, este golpe fue engendrado al proclamarse la candidatura de la fórmula Fernández – Fernández y nació el 10 de diciembre pasado cuando ellos asumieron.  

Alberto Fernández en el gobierno, Cristina Fernández en el poder.

 

Finalmente, se nos hace muy difícil creer en un golpe de estado que quiera reemplazar al gobierno actual, cualquiera sea la opinión que se tenga del mismo. Mucho más, que sea un golpe militar.  Nuestras FFAA como instituciones, han quedado   desacreditadas ante sí mismas y ante el pueblo por sus responsabilidades en los crueles fracasos de las últimas dictaduras. Estas nuevas generaciones de oficiales se nos presentan como alejadas de viejos vicios y dedicadas a su misión específica, pese a crecientes dificultades, buscando recomponer el prestigio que merecen.

Resumiendo, afirmamos que estamos en medio de un golpe palaciego. Que está en marcha un golpe institucional. Decimos así porque cualquier acción, individual o colectiva, que afecte la plena vigencia de las instituciones republicanas y la vida en democracia, es un golpe. Afirmamos que eso está ocurriendo aquí y ahora.

Es de esperar que la ciudadanía tome conciencia de la destrucción que se cierne sobre nuestra vida republicana si estos golpes palaciego e institucional, siguen adelante y se convierten en un totalitarismo corrupto, incompetente y violento.

No es momento para desmedidas ambiciones personales, partidarias o sectoriales. Es momento del Encuentro Argentino  y Republicano. De todos los argentinos republicanos y democráticos. Dialoguistas, capaces, honestos, fraternos, solidarios, que amen a la Patria, a las instituciones y al prójimo.

Debemos hacerlo en homenaje al sacrificio y ejemplo de los Padres de la Patria. Nos lo debemos a nosotros mismos. A las futuras generaciones.

No sigamos así, porque siempre se nos cruza el temor a que situaciones como la que vivimos sean la chispa que encienda las llamas de una violencia destructora.

            San Luis. Setiembre 6 de 2020

OTRA POLÍTICA, MENOS GRIETA

Sigo con la grieta, porque más allá de la moda, expresa una triste realidad. La de la división, usualmente dura, entre argentinos.

División que imperiosamente necesitamos resolver dando lugar a un pensamiento humanista que nos permita transmitir a las jóvenes generaciones la seguridad de un futuro distinto.

Futuro no concebido como abundancia de bienes materiales, sino como estado de plenitud de todas y cada una de las personas.  Futuro no regalado, sino fruto de la tarea conjunta que nos debemos desde hace décadas. Futuro que no sea cháchara demagógica, sino realidad desde el compromiso de vida, de trabajo, de amor al prójimo.

Al decir esto, recuerdo lo dicho en otras notas. La moral colectiva y la ética personal se nos han ido diluyendo, postergados, aplastados por esta loca tendencia de acumular poder y riqueza a como sea, con tal que venga. El tener (materia) ha relegado al ser (espíritu). El humanismo del que hablo, es el humanismo integral, que contemple necesidades, capacidades, potencias de toda la persona, en todas las personas.

Origen

Se me hace inoportuno intentar precisar el origen de esta división nuestra. Sabemos que viene de lejos. Es más conducente encontrar responsabilidades. Las que creo están centradas en la forma de practicar la política, indudablemente influenciada por ideologías adoptadas sin adaptarlas y por la adhesión a tal o cual poder hegemónico internacional.

Nuestra política, demasiado centrada en acumular poder y riqueza en unos pocos, lleva implícita la discriminación y postergación de la mayoría. Lo que nos ha llevado a esta dura realidad en educación, economía, salud, trabajo, alimentación, etc. Estas carencias por persistentes, se convierten en sufrimiento para personas, familias, sectores sociales.  Por esta razón hemos tenido y sufrido explosiones de violencia, ora empujadas por viles intereses, ora de una espontaneidad que explica la desazón de muchos. La empujada puede conocerse, controlarse y castigarse; la espontánea no y puede llegar a ser la más dolorosa y peligrosa.

Lamentablemente nadie puede asegurar que ambas formas estén ausentes en el futuro. Cada tanto tenemos noticias de los nostálgicos de la violencia como forma de ejercer la política.

Es violencia el agraviar, silenciar, agredir o buscar la aniquilación del que piensa distinto. También lo es el ignorar, violar el marco constitucional – legal que nos rige, con cualquier excusa, aprovechando cualquier situación coyuntural. Lo que ha terminado por parecer deseable o necesario a gran parte de la ciudadanía argentina.

Tanto, que vemos temor a denunciar o a rebelarse ante estas frecuentes y múltiples violaciones a las instituciones republicanas y a la vida en democracia, tanto de parte de muchos medios de comunicación social, como de los docentes que deben transmitir esos valores a las jóvenes generaciones.

No es necesario abundar en este tema, porque sería sólo agregar muchos adjetivos y temores más.

Es difícil dimensionarlas, pero grieta y violencia están y se parecen demasiado a un iceberg, muestran mucho menos de lo que ocultan.

Es la política…

Si la política es responsable de esta realidad nuestra, debemos necesariamente reformarla. La otra alternativa es ignorarla a través de gobiernos totalitarios. Pero ya tenemos malas y dolorosas experiencias al respecto.  Nuestra forma de vivir la política, ha terminado por prostituirla. Hay excepciones, sí, pero una golondrina no hace verano.  Es necesario un cambio profundo, desde la acción de todos los que tomen conciencia. No se puede seguir así.  Si queremos resultados distintos, no podemos seguir haciendo lo mismo de siempre.

Es aquí, en la política, en donde debemos poner nuestra atención, dedicación y trabajo insistente. El sistema actual, está orientado a mantenerse y sostenerse. Aunque haya cambios de nombres y colores, la base es la misma: favorecer a los grandes partidos o frentes, dificultar la existencia de otras expresiones; clientelismo electoral, financiamiento estatal, la política como profesión o modus vivendi auto fijándose altas remuneraciones, permanencia, impunidad, poca idoneidad, determinación de calendario electoral a conveniencia del poder, irrespeto a la división de poderes, violación de leyes y hasta de las constituciones, etc. Estas mañas están casi institucionalizadas, para sostenerlas y acrecentarlas se postergan o bastardean la educación, la salud, el trabajo.

Tal pareciera que la actividad del pueblo argentino está destinada a sostener este sistema nocivo. Y como entre bomberos no se pisa la manguera, más allá de la fanfarria verbal, unos y otros de los beneficiarios cuidan que no haya cambios.

Lo necesario

Es mucho y variado lo que se necesita. De a poco habrá que enumerar y precisar.

Quizás todo deba comenzar en asumir la realidad, sin ambages, sin menospreciar a la misma política; solo identificando y definiendo actores y acciones.

No cabe renunciar a la política, sino rehabilitada, es decir, reconocer su valía, su importancia, asumirla, participar.  Lo que no implica obligación de militancia partidaria. Participar es estar al tanto de lo que ocurre, saber, aportar, criticar, transmitir. No ser indiferentes y dejar campo orégano a los “pícaros”.  La Doctrina Social Cristiana nos dice que la política es la máxima expresión de la caridad. Porque es la que debe garantizar el Bien Común y plena dignidad de personas y sociedad. El que muchos cristianos no respeten este principio no desmerece la doctrina, sino que aumenta las dificultades.

Hay quienes sostienen que la política es el arte de lo posible, me parece que es una definición de resignación, falta de convicciones. Creo que es mejor decir que la política es la actividad responsable de hacer posible lo necesario.

Estos conceptos, no deben quedar en el terreno de lo verbal, lo teórico, estamos obligados a ponerlos en práctica, transmitirlos, enriquecerlos con el ejemplo de una vida digna al servicio de la política, como un acto de amor, como un servicio al prójimo.

Para resaltar estas ideas, recuerdo un texto que se le atribuye a Bertold Brecht, quien nos dice:

El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de las alubias, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios dependen de decisiones políticas.

El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.

No por difícil que sea cambiar la concepción y la práctica de la política, cabe asustarnos y quedarnos de brazos cruzados. Ya tenemos bastante visto y sufrido de cómo nos va con la actual y vieja forma de practicarla. Debemos ir encontrándonos los que pensamos parecido, fortalecer las coincidencias y comenzar a construir lo nuevo.

Prometo volver con este tema.

SAN LUIS. Mayo 15 de 2020

SIN DIARIOS NACIONALES EN SAN LUIS

Hemos tomado conocimiento a través de numerosas publicaciones periodísticas de San Luis y de medios nacionales, que el Gobernador Alberto Rodríguez Saá, ha ordenado el no ingreso de diarios de alcance nacional a la provincia. La razón esgrimida es evitar una posible vía de ingreso del coronavirus.

Se acusa al gobierno de violar nuestros derechos humanos al adoptar una medida que configura una clara censura periodística.

Veamos ahora el marco legal vigente en este tema.

Recordemos primero, que el 2 de mayo de 2004 se sancionó la ley 5626 o LEY DE IMPRENTA. Esta ley fue duramente criticada de inmediato por la oposición, medios on line de San Luis,  prensa nacional y los organismos que la nuclean calificándola de ley de censura.

Este escándalo, con alcance nacional, llevó a la sanción de la ley 5653 el día 23 de junio de ese 2004, por la que se derogó la 5626.

El 3 de noviembre de 2010 se sancionó la Ley I- 0735 -10 denominada LIBERTAD DE EXPRESIÓN DEL PENSAMIENTO Y DE INFORMACIÓN, con alguna similitud a la derogada 5626, pero sin aquello que la llevó a ser calificada como de censura. Esta ley está vigente.  

Este gobierno feudal de la familia Rodríguez Saá, siempre aplicó formas más o menos solapadas para que los medios de comunicación les sean favorables. El medio más común es el manejo de la pauta publicitaria oficial. Muchos hablan del pago por “bajo la mesa” a muchos periodistas, lo que es imposible de probar. Lo que sí es evidente es el poco espacio que los medios de propiedad de la familia gobernante y la televisión oficial, dan espacios entre escasos y nulos a las opiniones, denuncias, etc. contrarias al gobierno provincial.

Es así como se callan, y muchos sanluiseños desconocen, las violaciones a la constitución y  leyes, la violación de los derechos humanos, el enriquecimiento de familiares y amigos, el irrespeto a la división de poderes, de la autonomía municipal, etc.  Paralelamente, los medios nacionales reflejan escasamente esta realidad provincial.

Hoy, finalmente algo, se multiplica nacionalmente la denuncia de censura periodística por la prohibición de ingreso de diarios de alcance nacional a nuestra provincia.  Medida que dicen se fundamenta en seguridad de salud pública para impedir la entrada del COVI 19, responsable de la pandemia que azota al mundo. No se advierte en la ley I-0735 algo que explique o justifique esta prohibición. Además, no debe ser muy caro y difícil el esterilizar los pocos paquetes con diarios destinados a la provincia.

No hay noticias de que una medida así, haya sido aplicada en alguna otra provincia argentina o en algún otro país.

Es que, como está dicho por muchos, estas situaciones como la que ahora se vive, suelen despertar lo peor de cada uno. Al gobernador de San Luis, le reapareció su vocación de poder absoluto, lo que requiere, por cierto, el control de los medios de comunicación social.

De ahí esta prohibición. La que quizás desaparezca en breve, pero ya mostró su verdadero rostro.

SAN LUIS. 15 de abril de 2020 ( a las  13:30)

DE CÓMO SUPERAR LA GRIETA

Estamos inmersos una situación que se pasa de crisis, porque éstas suelen presentarse como fuertes sacudones en las estructuras socio-económicas, con inestabilidad y sufrimientos, pero con intencionalidad de superación.

Los sacudones estructurales están, pero no se advierte vocación de superación. La hay en lo declamativo, en el marco de diferencias entre fuerzas políticas, adobadas con acusaciones y duros epítetos. Esta situación nuestra de hoy, se parece más al caos o a una larga y persistente decadencia.

La llamamos” grieta”, y se advierte como de difícil superación. Es de temer que, de seguir con esta habilidad nuestra para enemistarnos y de ser inoperantes ante la pobreza que sufren millones de hermanos, surjan nuevas formas de violencia. Lo prolongado de esta situación, más la repetición periódica de estallidos económicos, han instalado acostumbramiento, indiferencia, discriminación, resignación.

Décadas así, nos impiden un crecimiento sostenido en lo económico y, más grave aún, en nuestra dignidad de personas y de nación.  Nada hemos aprendido. El primer paso en el camino de las soluciones es definir y asumir el cómo y el qué de esta realidad.

Albert Einstein supo decir: “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo”.

Además, sin memoria.

¿Qué es lo mismo de siempre?

Para nuestra política el futuro son las próximas elecciones. Antes de que asuman los nuevos electos, ya se está viendo cómo ganar las próximas. Quedan sistemáticamente lejos, el futuro, las próximas generaciones.  Centrada en el corto plazo, no permite las políticas de estado a mediano y largo plazo.  Demasiadas veces ese accionar está viciado de inutilidad, discrecionalidad y corrupción. Se hace lo que se hace rápido y se vea fácilmente, casi nada en los cambios que requieren áreas tan claves como educación y salud pública, empleo, ciencia y técnica. Cabe agregar la habilidad que hemos sabido desarrollar para enfrentarnos en cualquier campo de nuestras vidas, especialmente entre gobiernos y expresiones políticas. La violencia oral y física, reemplazan al debate constructivo.

Así, alimentamos día a día la grieta, pareciendo cada vez más difícil el encontrar las juntas o los puentes que nos permitan achicar distancias y profundidades.

La política es vocación de servicio, no un modus vivendi, proveedor de riqueza, poder e impunidad. Siendo que la Persona Humana es principio, sujeto y fin de todas las cosas, la política debe ser ejercida virtuosamente, poniendo como medida de todas las acciones la dignidad de las personas y el logro del Bien Común.

Venimos viendo que, pese a ello, nuestra vida política tiene un conjunto de altisonantes frases hechas, que, ante la persistencia de nuestros problemas, no son más que jarabe de pico.

No se está encarando la problemática de fondo.

¿Cuál es esa problemática de fondo?

La pérdida paulatina y persistente de los valores morales como guía de nuestras acciones, tanto individuales como sociales. Reclamamos cuándo otros, licúan o violentan valores; pero callamos o apelamos a múltiples excusas, cuando nosotros los dejamos de lado.

Valores como amor, honestidad, justicia, responsabilidad, libertad, verdad, paz, solidaridad, generosidad tolerancia, respeto, equidad, responsabilidad, entre tantos otros, son claros, potentes, sólidos.  Con ellos se han logrado los mejores resultados de nuestra civilización.  Quienes los han demostrado en su vida, son nuestros ejemplos y guías.

Debemos buscar la mayor sumatoria integrada de valores. No deberíamos transitar nuestras vidas, mucho menos las actividades orientadas hacia el prójimo, sin un marco de ideas que sostengan y desarrollen valores morales.

Recordemos al primero de los pecados sociales que supo enunciar el Mahatma Gandhi: Política sin principios.

¿Es esto utópico? Bastante, sin lugar a dudas. Pero al decir de Galeano, para eso son las utopías, para ir siempre hacia ellas, queriendo alcanzarlas.

La disolución de los valores, lleva a minimizar la corrupción, a creerla inevitable e invencible, a practicarla.  También a no entender la importancia de la vida en democracia y el valor de las instituciones republicanas.

Esta dilución de los valores y la prevalencia de los disvalores, surge del triunfo del individualismo egoísta de algunas filosofías y hasta de creencias religiosas, hace que la política, tarde o temprano, termine en autoritarismo, inequidad, agravio a personas y pueblos, además de la corrupción ya señalada.

He aquí, la cuestión de fondo que hoy padecemos.  Es común a muchas otras naciones, pero aquí y ahora, interesa nuestra Patria.

Una nueva política

No se trata sólo de denigrar la política. Nada puede hacerse sin ella. Cada actividad humana tiene una política que la orienta y la rige. Por eso debemos eludir las políticas “pragmáticas y materialistas” que reniegan de lo humanístico, que gambetean los valores.

Se nos impone buscar una nueva política sostenida en una filosofía de vida basada en el reconocimiento, práctica, cuidado, potenciación y enseñanza de los valores.  De no advertir y asumir esto, no podremos resolver nuestros problemas y crear así, el estado de plenitud humana en nuestros hermanos.

¿Es posible?

A primera vista parece una misión rayana en lo utópico, por lo que resulta más practicable seguir apegado a las promesas rápidas y fáciles, tantas veces incumplidas, haciendo como que no se ve la corruptela y la carencia de una dirección humanista y humanizante en la vida.

Dejar de hacer lo mismo implica cambiar nuestra práctica de la política. No parches, de raíz. Hubo intentos, sin ir a fondo, ninguno con coherencia ideológica sosteniendo los valores que se necesita recuperar. Hemos tenido, tanto en democracia como en dictaduras, propuestas ideológicas de toda laya, ora ingenuas, ora fanáticas, hasta crueles. Seguimos igual.

No debemos seguir girando en esta misma y vieja calesita politiquera. Necesitamos el cambio, que por cierto debe comenzar en cada uno de nosotros, hermanados, convencidos, militantes de lo bueno y justo.

Dejar de sostener que la política es el arte de hacer lo posible; para afirmar que debe hacer posible lo necesario.

¿Cómo hacerlo?

No se trata de agotarse en la pura teoría, sino reconocer lo que es bueno para la sociedad humana y sostenerlo con coherencia y firmeza en las convicciones y persistencia en las acciones de todos y cada uno.  A la teoría unirle propuestas, acción. Pensar y obrar desde la perspectiva humanista

En criollo, debería decirse que hay que tener cojones para concretar esta justa aspiración.

Es momento de superar la grieta. No haciendo lo mismo, no con enfrentamientos, agresiones, sectarismo.

De este vuelo bajo y mezquino que criticamos se sale por el alto vuelo de una concepción ideológica humanista y humanizante, tomando a la persona en su integridad material y espiritual. Saliendo de lo pragmático y sin caer en los pretendidos paraísos materialistas.

Foro del Encuentro Argentino

Este cambio es el que proponemos desde este Foro. Lo hacemos desde el humanismo integral inspirado en la Doctrina Social de la Iglesia.

Lo decimos así, con claridad, porque es lo nuestro. Pero lejos estamos de querer cerrar puertas religiosas. Cambiar la política no es una cruzada religiosa, sino un imperativo social.   Respetamos toda concepción humanista que asuma estos valores para convertirlos en inspiración, fundamento y guía de la nueva política que necesitamos y estamos obligados a concretar todos, cada uno desde su visión.

Siempre desde una cultura del encuentro, hacia una civilización del amor.

No podemos ser sectarios ni timoratos en nuestras aspiraciones. Ni olvidar que muchos hemos sabido aportar a la grieta. El cambio, una vez más, empieza por cada uno.

La lucha, la pelea, si cabe, debe instalarse desde las ideas, no contra el otro. 

Los otros ¿son todos?

Por cierto, que hay muchos destructores de valores, cometiendo no pocos delitos, incluyendo el torturar y matar para imponer sus ideas. No se le niega el derecho a la redención, para lo cual deberán, sin excepciones, asumir culpas y responsabilidades, para luego pagar lo que la justicia humana determine. Así, podrán incorporarse a este camino, mientras que la sociedad deberá tener sus ojos puestos en la nuca de dirigentes y gobernantes, apoyando, vigilando.

De la grieta, no se sale reptando, entre el egoísmo, la ambición desmedida, las distintas formas de violar la vida. Se sale por arriba, por lo superior. Por la idea de un humanismo integral e integrador en el que coincidamos desde distintas vertientes del pensamiento.

Aspiramos que en este Foro nos vayamos encontrando y coincidiendo para construir lo nuevo. Afirmándonos en los más caros valores de la humanidad, las propuestas brotarán con mayor facilidad y será un menos difícil y menos largo, el cambiar lo que necesita ser cambiado.

Abrimos nuestros corazones y tendemos nuestras manos.

SAN LUIS. Abril 7 de 2020

DEBATIENDO LA PANDEMIA EN ALEMANIA

ing. Alejandro Strelin

Es cierto que a nivel epidemiológico, a Europa y a los EE.UU. les está tocando bailar con la más fea. Desde Sudamérica asistimos atónitos al espectáculo de las potencias que, habiendo liderado los paradigmas de la ciencia y la tecnología, se debaten indecisas, cometiendo errores de gestión que se pagan con millares de vidas humanas. Intuyendo que el próximo turno puede ser el nuestro, somos muchos los ansiosos por desentrañar algunas de las incomprensibles decisiones de los gobiernos de la OTAN.

En este sentido tuvimos la oportunidad de presenciar la difusión en vivo de un jugoso debate entre expertos, producido por la Red de medios estatal alemana “Deutsche Welle” (DW). Consideramos que los conceptos, puntos de vista y pronósticos discutidos en el citado programa, pueden tener aplicación a nivel global y nos permiten analizar la problemática de la pandemia desde ópticas no tan conocidas en Latinoamérica. Por ello nos hemos propuesto hacer pública la siguiente síntesis de dicho debate. El resumen no aspira a abarcar todo lo expuesto durante la trasmisión; más bien pretende destacar los aspectos considerados como más sobresalientes.

Dado que el COVID 19 muta frecuentemente y a medida que se avanza en su conocimiento se caen algunas cosas dichas anteriormente, que nos quede claro que este debate ocurrió en la noche alemana del 28 de marzo de este 2020.

PANEL

La amplia interdisciplinariedad y representatividad de los panelistas aseguró la calidad del debate y puso de relieve las contradicciones y dilemas, propios de la lucha contra el flagelo. Participaron Virólogos, Epidemiólogos, Políticos, Enfermeros, Infectólogos y hasta representantes de la Industria de Insumos Médicos.

LA DIALÉCTICA SALUD vs. ECONOMÍA

Fue notable el contraste entre el posicionamiento de los Economistas (reproducción grabada del planteo del Ministerio de Economía) y los Epidemiólogos. Los primeros argumentaban que si no se empezaba a dislocar el aislamiento preventivo antes de Pascua, las consecuencias iban a dejar secuelas en el tejido socio-económico por toda una década. La postura de los Epidemiólogos, por el contrario, planteaba la necesidad de actuar con prudencia, ya que un relajamiento muy temprano de las medidas preventivas podía provocar un efecto rebote, con consecuencias mucho más devastadoras.

LA GRAN PUJA POR LOS INSUMOS

El epidemiólogo alertó sobre la inminente puja internacional por el control del mercado de insumos médicos. –En más o menos dos semanas, dijo, los EE. UU. de Norteamérica entrarán en la fase más crítica de la transmisión del virus. A esta altura de los acontecimientos, se da por hecho que van a salir a comprar lo poco que queda de éstos insumos. La escasez a nivel mundial pasará a ser absoluta…

LA PRODUCCIÓN LOCAL DE INSUMOS

Interesante fue la intervención que tuvo en este momento del debate el representante de los productores de insumos médicos. Comentó que ellos habían advertido tempranamente la posibilidad de esta crisis de insumos. –Resulta que durante el momento culminante de la epidemia en China, se incrementaron considerablemente las exportaciones de barbijos, delantales, respiradores y otros implementos de bioseguridad. Tal fue el auge de las ventas, que los industriales temieron por el desabastecimiento del mercado local y decidieron retener un stock.

Alertados por la demanda china, acercaron varias advertencias por escrito al gobierno alemán. En las misivas sugerían a las autoridades que se debía incrementar la producción y generar un depósito de insumos médicos a nivel nacional.

–Lamentablemente las advertencias no tuvieron eco, decía el industrial indignado, y hoy el mercado local y el sistema de salud alemán están totalmente desguarnecidos. El gobierno amenaza con incautar la producción, comentó irritado,…van a encontrar sólo depósitos vacíos. Estamos importando, pero el cargamento de cada avión que contratamos, está completamente vendido antes de arribar a Alemania.

LOS MODELOS PREVENTIVOS DE 2013

 –¿Qué paso con los protocolos de prevención de pandemias? Con esta pregunta la conductora del debate se refirió a un estudio gestionado por la OMS a nivel internacional en 2013, donde a base de distintos modelos epidemiológicos se concluyó que Europa no estaba preparada para casos de pandemias de origen virósico. Destacó que casualmente dicho modelo epidemiológico pautaba una pandemia originada en Asia (más precisamente en Medio Oriente), suponiendo un Coronavirus que pasaba de animales a humanos. Algunos expertos del panel reconocieron haber participado del estudio aludido y justificaron la elección de un Coronavirus como etiología hipotética, en la preocupación que en aquella época causaran el MERS-CoV y el SARS-CoV,…haciendo su aparición pública justamente en Asia. Aquellos eran Coronavirus muy mortíferos pero de muy bajo índice de contagio. Por eso no prosperaron.

 –Sin embargo, recordaron los expertos, aquella vez advertimos que, conociéndose también la existencia de Coronavirus muy contagiosos –aunque casi inocuos- había cierta probabilidad de que surgiera una nueva versión de virus, que combinara ambas propiedades: una alta mortalidad con una alta contagiosidad. A pesar de los pronósticos, ninguno de los Estados que participaron del estudio preventivo de pandemias asumió las recomendaciones finales. Se argumentó que mantener un stock de insumos suficiente para garantizar la seguridad de toda la población era “económicamente inviable”. Siete años después, el COVID-19 resultó ser el virus tan temido.

ENFERMEROS – CARNE DE CAÑÓN

La panelista que hablaba en nombre de los enfermeros argumentó que, vista la falta de elementos de protección, los auxiliares asistían a los pacientes de Coronavirus poniendo en riesgo su propia salud. –Esto es una guerra –aseveró- y nosotros somos la carne de cañón. Si a esto le sumamos que el trabajo es uno de los peor remunerados del sistema de salud, no es raro que falte personal. Aunque hay muchos auxiliares de la salud con buena preparación técnica, la mayoría opta por otros trabajos. No nos sentimos valorados como corresponde. Si quieren que se duplique la cantidad de enfermeros, tienen que proveer los insumos necesarios y pagar un salario más justo.

Ningún panelista estuvo de acuerdo cuando el político invitado propuso involucrar a los estudiantes de medicina del último año para reemplazar al personal faltante.

ESCENARIOS POSIBLES

Analizando las distintas posturas que fueron asumiendo los gobiernos de los países afectados por la pandemia, los expertos concluyeron que, según las decisiones que se tomen respecto del aislamiento de la población, se podrían plantear tres escenarios posibles.

–En una primera alternativa al estilo “Boris Johnson”, se libera o –mejor aún- se promueve la circulación de la población no vulnerable, dejando en cuarentena solamente al segmento de mayor riesgo. El objetivo de esta opción sería apostar a que la mayor parte de la población activa se enferme y genere anticuerpos. Éstos harían la vez de vacuna natural contra el patógeno. De este modo se podría detener el avance del virus sin afectar tan profundamente a la economía del país.

Ésta alternativa fue objetada primero, porque –todavía no tenemos información sobre el grado de inmunidad remanente que genera el contagio. Más aún, ni siquiera tenemos la certeza de que se produzca inmunidad alguna. Tampoco se sabe si puede haber portadores sanos. Entonces, cuando en el mejor de los casos se levante la cuarentena de los grupos de riesgo, éstos podrían quedar a merced del virus que permaneció circulando en la población aparentemente recuperada. Por otro lado, el pico de infecciones que generaría este método, haría imposible el tratamiento de la mayoría de los enfermos. Como consecuencia de ésta falta de cuidado paliativo, las afecciones pulmonares podrían derivar en una mortandad sin precedentes, aún en los grupos de menor riesgo.

La segunda alternativa de los escenarios planteados se asemeja a la que adoptó la República Argentina. Consiste en ir regulando el nivel del aislamiento preventivo en función del avance de la infección. El objetivo es aplanar lo más posible la curva de contagios. Es evidente que la condición más importante para el éxito de este método es tener un monitoreo permanente y profundo del estado de salud de la población (algo que en la Argentina todavía estamos lejos de lograr).

Esta alternativa se objetó en función de que –el principal riesgo que conlleva es que, si por error se levantara el aislamiento preventivo antes de tiempo, se derivaría en consecuencias similares a las del caso anterior. Esto es algo muy factible que ocurra, dada la enorme presión que ejercen los sectores de la producción y las finanzas sobre los gobiernos. Los expertos coincidieron en que –se podría generar un “efecto rebote”, donde, a causa de una población con bajas defensas y un sistema de salud erosionado, la re-infección avanzaría sin obstáculos, causando un daño mucho mayor.

La viróloga aportó una variante para esta alternativa. –Si se tiene éxito en la selección de medicamentos que ayuden a mitigar los efectos más graves de la enfermedad, se podría contribuir a descongestionar los centros de salud. Hizo referencia a los ensayos que se están desarrollando con fármacos ya conocidos, entre ellos la hidroxicloroquina.

Por último, para una tercera alternativa se propuso un escenario donde se debían mantener las estrictas medidas de control y aislamiento hasta tanto se lograra inmunizar el 70% de la población con una vacuna específica. Los expertos plantearon que los plazos para lograr una vacuna de eficiencia probada van de un año a año y medio. En esta instancia los argumentos se volvieron inseguros. Se trataba de buscar el punto de equilibrio entre las graves consecuencias de una recesión económica de alcances inciertos y las secuelas en la salud de una población indefensa, enfrentada a un enemigo desconocido.

Sin embargo, el epidemiólogo defendió esta última alternativa: –frente a un desconocimiento absoluto de la mecánica y de las probables derivaciones de esta afección, es prioritario considerar la voluntad de la población involucrada. Téngase en cuenta que a la fecha hay sospechas de que algunos afectados podrían quedar con secuelas más o menos serias en el aparato respiratorio o circulatorio y que la respuesta inmunitaria es todavía un enigma.