La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA solicitó, reclamó o aconsejó días atrás la liberación de la Sra. Milagro Sala, con prisión preventiva desde comienzos de año por acumular varias causas en la justicia jujeña.
Por cierto que la oposición al actual gobierno nacional tomó ese documento de la OEA, como también los dichos del Secretario General Luis Almagro, para denostar las políticas del gobierno nacional en materia de Derechos Humanos y por el incumplimiento de lo dispuesto por un organismo internacional integrado por nuestro país.
Al respecto me permito señalar:
1* La Comisión antes nombrada no tiene autoridad para imponer u ordenar acción alguna a los gobiernos que integran OEA, opina, propone, pero no obliga. Lo mismo rige para el Secretario Almagro. Lo que sí puede hacer esta Comisión es mediar hasta lograr la firma de acuerdos amigables antes denuncias presentadas.
2* Si bien el tema Milagro Sala no es mi objetivo de análisis en este momento, es bueno señalar que su situación no es de incumbencia gubernamental del Ejecutivo Nacional, ni tampoco del Ejecutivo jujueño. Ambos pueden analizar, los alcances político-institucionales de la situación de Milagro Sala, pero en una república no deben meterse a ordenar o apretar a los jueces, como supo hacer el anterior gobierno. Sólo la Corte Suprema puede intervenir si se acude a ella. Así es como funciona la división e independencia de los poderes en una república y es bueno que lo recordemos.
3* Mi tema de hoy es otro. La oposición, especialmente la que se nuclea en el Frente para la Victoria, se aferra a los dichos de Almagro y de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA para exigir que se libere de inmediato a la Sra. Milagro Sala. Como si el gobierno de Néstor Kirchner y de Cristina Elizabet Fernández hubiesen dado ejemplo del cumplimiento que hoy le reclaman al gobierno de Macri.
4* Es bueno recordar que ante denuncias presentadas en 1995 por abogados previsionalistas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA por la mala liquidación de haberes jubilatorios, la demora de pago de sentencias firmes favorables y la tremenda judicialización en este tema, se firmó un acuerdo amigable entre esa Comisión y representantes del gobierno nacional.
5* Eso ocurrió el 4 de noviembre de 2009, es decir a mediados del primer período presidencial de Cristina E. Fernández.
6* Por ese acuerdo el gobierno nacional se comprometió a “No apelar las sentencias judiciales de primera o segunda instancia que hubieran sido favorables a los beneficiarios, en supuestos de hecho en los que la Corte Suprema ya se ha expedido.” También el Gobierno se comprometió a “dar estricto cumplimiento” a una resolución de la Secretaría de Seguridad Social de 2004, que le ordenaba a la ANSES liquidar los haberes conforme con las pautas de las sentencias de la Corte Suprema de la Nación y a pagar en el término de 120 días las sentencias firmes.
7* Insisto en señalar que no se le obligó unilateralmente al gobierno del Frente Para la Victoria a cumplir esas acciones, fue un acuerdo negociado en varios años por el cual el gobierno de Cristina E. Fernández se comprometió (se obligó), a solucionar de esa manera un problema de larga data, mediante medidas concretas que fueron consensuadas entre las partes.
8* Por cierto que el kirchnerismo gobernante no cumplió para nada aquello a lo que se comprometió por medio de las firmas de varios de sus funcionarios. Tampoco denunció (rechazó) ese acuerdo, el que nunca perdió vigencia.
9* Flagrante incumplimiento de un acuerdo entre la OEA, los denunciantes y el gobierno argentino. Eso sí que fue una ruptura de un pacto internacional, al que un gobierno argentino se comprometió respetar.
10* Ese incumplimiento se tradujo en un mayor crecimiento de la cantidad de juicios iniciados por malas liquidaciones y muy especialmente, en el incremento de la deuda interna para con cientos de miles de jubilados.
11*De este incumplimiento participaron además de Cristina E. Fernández, Amado Boudou, Sergio Massa, Alberto y Aníbal Fernández, Diego Bossio, Axel Kicillof, entre tantos otros.
Estamos pues, ante una muestra más de la inconmensurable capacidad de gran parte de nuestra dirigencia política de recordar u olvidar según su conveniencia. Pero eso sí, siendo capaces de reprochar a otros lo que ellos mismos, ayer nomás, hicieron igual o peor.
Para eso el kirchnerismo sigue instalando y desarrollando su “relato” inventor de una realidad que sólo existe en su mundo privado, aprovechándose del desconocimiento u olvido de muchos y hasta del silencio de los que saben y de los que no quieren saber.
¿Será mala memoria nomás o mala leche para con el pueblo todo?
SAN LUIS. Diciembre 26 de 2016