A ocho meses de haber entregado la Gobernación a Poggi, Alberto Rodriguez Sáa hizo declaraciones y le dio a quien eligió como su heredero una “cepillada” de aquellas.
Pareció como si hubiese estado “atragantado” después del congreso partidario [i] y con ganas de sacarse muchas cosas de adentro. Fue una manera de decirle a todos los sanluiseños: este está ahí porque yo (y Adolfo) queremos; somos los jefes y aquí hay que hacer lo que decimos.
No se me va a ocurrir defender a Poggi. No lo merece ya que por sí solo ingresó a un proyecto corrupto y corruptor y no ignora lo que son los hermanos feudales. Se mantuvo, ascendió y llegó aquí, porque conoce y cumple las reglas. Tiene que bancársela.
Lo que sí cabe hacer, son algunas precisiones acerca de lo dicho por Alberto Rodríguez Sáa, al menos en cuestiones de la Universidad de La Punta. Porque sigue con sus mentiras, las que por repetidas y nunca aclaradas terminan siendo creídas por todos.
Dijo Alberto Rodríguez Sáa de la ULP: “El pedido que hizo la Universidad de La Punta para acreditar sus carreras a la CONEAU es otro retroceso. La CONEAU le impone ser igual a las otras y la de La Punta es maravillosa porque es distinta a las otras. Hoy en día las universidades no necesitan el reconocimiento de la CONEAU. Eso va a llevar a paralizar la universidad. Los éxitos de la Universidad de La Punta son espectaculares. Está a punto de sentarse en el club aeroespacial, qué universidad lo ha logrado. No nos damos cuenta de lo que significa esta alianza con las ciencias duras y que la astronomía es una de las ciencias más importantes de la historia.”
Alberto Rodríguez Sáa conociendo la legislación nacional, la sigue ignorando y violando. El sistema universitario nacional está legislado por la ley 24521, los legisladores nacionales de San Luis la votaron y la provincia no ha denunciado su presunta inconstitucionalidad. Por lo que debe cumplirla. Y todas las universidades que quieran trabajar en el país deben lograr el reconocimiento y autorización que marca la ley. Lo hizo por ejemplo, la Universidad de Bologna (Italia) la primera universidad en el mundo y una de las más destacadas del mundo actual. Lo han hecho o están haciendo las pocas universidades provinciales (Entre Ríos y varias de Pcia. de Buenos Aires). San Luis no.
La CONEAU está integrada por representantes de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, de las Universidades Nacionales y de las Privadas. Por lo tanto las exigencias que marca siempre están consensuadas y no impuestas, por gente que sabe del tema. No se busca uniformidad, con luces y sombras se respetan todos los proyectos. Pero éstos tienen que respetar parámetros de calidad, de organización, de seriedad, de capacitación y de transparencia en lo que se hace.
Miente Rodríguez Sáa cuando dice que las universidades no necesitan reconocimiento de la CONEAU.
Lo hace para engañar al pueblo sanluiseño, tapar sus errores y tener una “universidad” propia para darse dique y para negocios. El reconocimiento es imprescindible, sin él ninguna Universidad puede en Argentina dictar carreras de grado, es decir licenciaturas, ingenierías, etc. Excepto las docencias que son responsabilidad de las provincias. Por eso es que la ULP solo dicta carreras cortas o tecnicaturas. Pero para eso no necesita una universidad sino que le alcanza con lo que comúnmente se llama “terciarios”.
La ULP ni siquiera cumple con la ley provincial, al no integrar un gobierno como el que marca esa ley.
La original ley de creación ordenaba que se la inscribiera ante CONEAU, luego la derogaron. No porque se convencieron que no hace falta, que la CONEAU la hará retroceder, etc.
Modificaron la ley y dejaron de lado el ingresar al sistema universitario argentino, porque cuando presentaron la documentación que requiere CONEAU, fue RECHAZADA, por no cumplir los requisitos que todas las otras universidades cumplen. Le dieron plazo para completarla en forma, pero no lo hicieron.
Tengo documentación originada en CONEAU en el año 2006 que así lo afirma.
Los éxitos de una universidad se miden en las carreras que dictan, en la actualidad de sus contenidos, en sus investigaciones, en los servicios que presta, en sus bibliotecas, en cómo se insertan sus egresados en el campo laboral, en sus publicaciones, en sus aportes científico-culturales, etc. No suelen tomarse como éxitos la organización de carnavales, de carreras de bicicletas, ni campeonatos “mundiales”(¿) de ajedrez. Es interesante lo que hace en la enseñanza de ajedrez, la organización de olimpíadas estudiantiles entre otras cosas. Pero demasiado poco en relación con el presupuesto que tiene.
Son muchas y de mucho peso las tareas que una Universidad en este siglo XXI debe hacer para ser considerada buena o exitosa. Pocas (por ser bondadoso) las cumple la ULP.
Es que ninguna universidad en el mundo puede hacer lo suyo si se aísla del resto de las universidades de la región, del país, del mundo. Y ese aislamiento es lo que está haciendo la ULP gracias al pensamiento de Alberto Rodriguez Sáa.
Aislamiento que sólo rompe con personas o instituciones con las cuales las relaciones son siempre pagaderas en dólares (y muchos).
La ULP no llegó a ser reconocida por la CONEAU, porque cuando Alberto Rodríguez Sáa comprobó que eso no es un juguete y que siendo una universidad pública provincial, debe ser muy respetuosa, transparente y trabajar en serio, dijo:
“—Hummm … las uvas están verdes!
Tras las declaraciones de su jefe, Poggi sale a responder así:
“Nuestra Universidad de La Punta es una Universidad moderna, de avanzada y ajustada a las necesidades y proyectos de San Luis, eso es lo que la diferencia.
Tengo muy claro que si la habilitación de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) que comenzamos a gestionar nos implica que la Universidad debe cambiar sus características o su forma de Gobierno, resignaremos de la habilitación de la CONEAU y seguiremos como estamos ahora.
La ULP es formadora de materia gris calificada que necesita la provincia, es motor de nuestra política de inclusión digital y la gran consultora del Gobierno (y aspiramos que de los privados también) en todo lo que tenga que ver con dicha política de Estado.”
No quiere que le corten la cabeza, trata de quedar bien con el jefe y se mete en donde evidentemente, al igual que su jefe, no sabe o dónde prefiere no saber.
Dice con temor, que si la CONEAU le exige cambios, dejarán de lado el pedir la habilitación. Entonces no será un a universidad. Dice Poggi que la ULP es formadora de materia gris calificada. Está formando técnicos intermedios y no muchos. La provincia, tanto como el país y nuestra América, necesitan por ejemplo, ingenieros en todas sus ramas. Pues ni lo hacen, ni lo pueden hacer porque no están ni autorizados ni capacitados.
Tantos años que Alberto Rodríguez Sáa viene exigiendo la carrera de medicina y reprochándole a la Universidad Nacional de San Luis que no la crea., ¿por qué no la dictan en la ULP?
Porque al igual que con las ingenierías, ni son capaces, ni pueden legalmente. Porque esas cosas hay que hacerlas bien, en serio. Algo que desconocen, especialmente ene ducación.
Alberto Rodriguez Sáa viene mintiendo claramente en este tema. Y la persistencia en sus mentiras sostiene el engaño de quienes les creen.
Poggi lo sabe bien, ha sido partícipe de esos engaños y mentiras. No tiene vocación, ni peso político, ni capacidad de maniobra para enfrentar la situación.
Y mientras siga así la ULP seguirá estando fuera del sistema universitario argentino, al margen de la ley, seguirá teniendo esos presupuestos desmesurados a los que no resulta posible auditar como se debe. En fin, seguirá conforme lo quieren los hermanos Rodríguez Sáa, una UNIVERSIDAD TRUCHA.
San Luis. Agosto 20 de 2012.
[i] Dicho sea de paso ¿cuál es el partido de esta gente? Se reúnen en el PJ, pero no lo integran nacionalmente. Se presentan a elecciones como Compromiso Federal sin que el PJ lo integre: Nadie les dice nada y todo dale que va. Con tal de sumar poder (y enriquecerse) todo vale