Cuentan los historiadores que el Gral. San Martín quiso entrar con botas y espuelas al polvorín del Campamento mendocino de El Plumerillo. Cuentan también que el guardia no le permitió el acceso porque había órdenes expresas acerca de cuál era el procedimiento exacto y estricto para ingresar al lugar. Terminan todos los relatos señalando la felicitación del Padre de la Patria al soldado porque cumplió con la orden sin importarle ni jerarquía, ni nada que lo saque del cumplimiento de la ley.
Días atrás el Vicegobernador Dr. Pellegrini, interrumpió un procedimiento policial ante un accidente de tránsito con lesionados. Si bien el hecho ya es bastante conocido en la provincia, cabe recordar que el accidentado era un empleado suyo y que además participó Luciano Pellegrini quien se valió de ser hijo del Vicegobernador para agraviar y amenazar a los policías. Y todo ante testigos inobjetables.
El Vicegobernador dio orden a los oficiales actuantes que dejaran libre a su hijo, a la sazón esposado a raíz de sus agravios y que le entregasen las pertenencias del accidentado. Así, autoritariamente resolvió el proceder de su hijo sin que se investiguen los hechos. También dejó de lado la obligación de que los objetos fuesen inventariados y peritados como corresponde cuando hay heridos y no se conoce el origen de esas lesiones; en este caso importantes.
El Dr. Pellegrini en su descargo acude al Art. 168 inc 23) que dice: “Tiene a su cargo todo lo relativo a la policía de seguridad y vigilancia”. Pero se olvida de muchas otras cosas de nuestra constitución, como por ejemplo el inc 22 del mismo Art 168 que dice: “Inspecciona todos los establecimientos de la provincia, vela por su administración, pide informe a las oficinas públicas e inspecciona las asociaciones civiles y comerciales, con arreglo a la ley”
Insisto,”… con arreglo a la ley”. Es decir, esclavo de la ley, sin privilegios ni prebendas. No impidiendo un procedimiento legal. No dando órdenes por fuera de la cadena de mandos. Mucho menos para beneficiar a un hijo suyo.
Los gobernantes deben dar el ejemplo en cuanto a respetar las instituciones y respetar la ley. Así dice el juramente que en su momento hizo Pellegrini al asumir su cargo actual.
¿Hace falta señalar que este gobierno está en las antípodas de lo que nos legó el Gral. San Martín? Tal parece que ni siquiera saben quién fue.
San Martín educaba, respetaba y cumplía. Este gobierno es un feudo de los peores.