Convencion Nacional 2000

IDEAS PARA UNA DOCTRINA EN ACCION

I*

Un momento como el que nos  toca vivir en  nuestra Patria; exige una imprescindible  tarea de crítica y autocrítica si en verdad se quiere desempeñar un papel protagónico en los cambios que el cielo clama se realicen.

Hoy tenemos un marco político especialmente difícil;  con un liberalismo salvaje actuando con todo su poderío en todos los campos de la actividad humana;  por sobre los desechos de un marxismo derrotado pero al acecho; con fuerzas nacionales y populares diluidas o  entregadas y partidos políticos emergentes, algunos meramente oportunistas, otros con buenas intenciones pero sin avanzar en definiciones ideológicas imprescindibles.

Y nuestro pueblo atónito, indefenso termina descreyendo de todo y de todos, porque no tiene las soluciones de fondos, claras y concretas a sus padeceres. Ni tan solo una lucecita que le anuncie un cambio  de rumbo.

¡Tanto se ha dicho que  momentos difíciles como éste  son los ideales para que por encima de los problemas surja  la Democracia Cristiana Argentina ocupando el lugar que soñamos!

Momentos que, reconozcámoslo, hasta ahora nunca se supo o se pudo aprovechar, quedando todo  en buenas intenciones no concretadas.

Una vez más, estamos  en una  circunstancia similar. ¡Ojalá le encontremos la vuelta y realmente transitemos  los caminos de las realizaciones!

No es aventurado predecir que si nuestra propuesta no se concreta, este liberalismo omnipotente, avasallador y esclavizante origine un rebrote marxista o nuevas, dolorosas y crecientes expresiones de violencia. Y  ésto no es caza de brujas ni marckartismo.

II*

Pertenecemos a un partido que proclama que una nueva organización de la humanidad es posible a partir del social-cristianismo. Nos sostenemos en el Evangelio y de sus ”…principios emana nuestra perspectiva de la vida, del Hombre, de la sociedad, de la economía, en fin nuestra cosmovisión toda.” (J.Lema)

Pero al mismo tiempo tenemos debemos tener muy presente que “ El espíritu cristiano, si bien ha otorgado una íntima conciencia de la dignidad humana, de la igualdad de los hombres y de los pueblos entre sí, no ha llegado a expresarse  plenamente en las instituciones y en las actividades de vida” (CEA – 1981)

A partir de la Doctrina Social Cristiana manifestamos nuestra opción preferencial por los pobres. Que significa hacer nuestra la ira de los pobres, su rebelión ante la injusticia, sus esperanzas, sus luchas.

“ La pobreza tiene una raíz estructural, es endógena, interna al sistema en que vivimos y producto natural del mismo. Por eso la pobreza hoy significa opresión y dependencia; y éticamente injusticia y pecado social” (La Opción por los Pobres * Pixley y Boff)

“Si la pobreza tiene una raíz estructural, su liberación pasa también  necesariamente por el cambio de las estructuras sociales”  ( Pixley y Boff)

La opción por los pobres exige aquí y ahora trabajar solidariamente en la transformación de las estructuras. Es por lo tanto y por sobre todo, una opción política que incluye concientización, organización, trabajo, movilización.

Ahora bien… surgen preguntas en dos direcciones. Hacia nosotros mismos: Cuando decimos opción por los pobres, ¿coincidimos en que exige militancia política transformadora y no asistencial, caritativa, desarrollista o paternalista? Hacia fuera de nosotros,  ¿ los pobres saben de esta opción nuestra? ¿ Nos conocen? ¿ Han escuchado de nosotros? ¿Nos ven en sus luchas, en sus problemas? ¿ De qué forma?

Las respuestas nos son poco favorables. Porque venimos fallando en nuestro diálogo con el pueblo, al que no le hemos explicado nuestra ideología, ni le hemos  hecho conocer qué acciones lo expresan, ni hemos desarrollado lo suficiente el modelo social que la expresa. Todo en un marco de escasa presencia en el panorama político nacional.

III*
Decimos que la Democracia Cristiana Argentina  es un partido doctrinario.    Pero de laboratorio y sede, cuando debemos ser un partido de doctrina en acción.

Este es nuestro déficit, nuestra deuda para con el ideario, para con el pueblo argentino, para con nosotros mismos. Fallamos por omisión, por encerrarnos, por no salir del laboratorio político, de la sede y por no acertar cuando sí salimos.

Y vaya si es necesario salir!     

Como que hay muchas expresiones cristianas en la política. Y no está claro para el pueblo cuál es la verdadera. Más aún,  prevalecen ejemplos que constituyen un lastre muy pesado para nuestro trabajo.

Reagan,  Clinton, Tatcher, Kohl, Onganía, Videla, Menem entre otros, han hecho o hacen  profesión de fe cristiana en su accionar político. ¡ Siempre aparece un cristiano metido en cuanta dictadura, demagogia  o corruptela sufrimos!  Son  los que configuran un estilo inaceptable de entender al cristianismo.

¿A quién le va a creer el pueblo? ¿Qué modelo de política cristiana conoce que enfrente con decisión y éxito a los modelos actuales? ¿A quién va a reconocer como político cristiano? ¿Al que está permanentemente en el candelero expresándose en la acción como tal, aún cuando sostenga modelos injustos? ¿ O a quien está encerrado  diciendo  yo soy el bueno espérenme que ya voy?. Termina por lógica, descreyendo del cristianismo todo, mirándonos con desconfianza o desencanto.

IV*
D
e lo expresado y fundamentalmente de lo que significa opción por los pobres, surge la necesidad de una definición correcta de nuestra forma de asumir el cristianismo y  de diferenciarnos de tanta basura suelta.

Esto a mi juicio  significa únicamente asumir nuestra esencia revolucionaria.  Cuestión olvidada por la seducción de las estructuras del poder, por tibieza o  a consecuencia  de las atrocidades que se hicieron en nombre de la revolución.

La opción por los pobres exige un cambio de estructuras sociales y constituye una opción política. No es sólo piedad. Es más que palabras. Es amor activo y liberador. Esto en política tiene un solo significado: revolución.

El social-cristianismo será revolución o no será.

Esto es clave para instalarnos en la sociedad. Porque no es posible enfrentar al capitalismo con generalidades, tibiezas o eludiendo compromisos. Mientras más crece este modelo y el daño que ocasiona, más imprescindible se hace plantarnos con un modelo revolucionario, que respete y promueva la persona humana y todas sus manifestaciones culturales y sociales.  Para que se nos diferencie de

* los  cómplices necesarios de este modelo.

* los que ignoran la doctrina social cristiana.

* los que no tienen suficiente  convicción.

* los que viven sólo lo religioso formal.

* los indiferentes

* los conformistas.

Una definición así debe complementarse necesariamente asumiéndonos como continuadores de todas las luchas populares que desde el fondo de nuestra historia han conformado una rica y valiosa conciencia nacional que está presente en cada lucha de nuestro pueblo y que constituye un patrimonio que no debemos permitir se pierda, se diluya o nos lo roben los cómplices de la entrega nacional.

V* 

Una vez clara nuestra definición, debemos meternos de lleno en el terreno político en búsqueda de  todo el poder necesario para construir la sociedad  que  supere estos lamentables fracasos que nos han dejado el liberalismo y el marxismo.

Meterse de lleno en la política es chapotear en un barro bastante sucio. Hay que hacerlo con la certeza de que nuestra doctrina no ha de permitir que el barro se meta ni en nuestra sangre ni en nuestra alma. Sólo ha de manchar la superficie. Nada que no se pueda quitar con la limpieza de nuestras vidas y la fuerza de nuestras convicciones.

Meterse en política es dar pelea  por el poder, allí donde esté, se exprese, crezca o se otorgue!

Pero da la impresión de que no estamos formados  para esta batalla.   Muchos buscan dar testimonio, que es insuficiente por tener algo de individualismo, de conformismo, de resignación y de flaqueza. Testimonio no es  pelea para lograr espacios de poder, ocuparlos, afianzarlos y seguir así hasta lograr todo lo que se necesita.  Hay que dar una batalla y ganarla.

Y como no sabemos mucho de ésto, hay que aprender, practicar, corregir y volver a empezar.

Busquemos  y promovamos los aportes que nos nutran en este sentido.

Tenemos la Doctrina Social Cristiana y mucho material ideológico basado en ella, tenemos sobrados elementos teóricos acerca de qué queremos. No sabemos cómo concretar, no tenemos un diálogo eficaz  con el pueblo, nos falta también la suficiente coherencia entre calidad  ideológica y  calidad  militante.

“El gran problema  radica en que las características que reconocemos como propias no han sido traducidas adecuadamente por las estructuras políticas, económicas, sociales y educativas.»”(CEA-1981)

VI *

Tenemos entonces el imperativo moral de encauzar nuestros pasos y los de nuestros compatriotas hacia la realización de una sociedad más humana. El caso es precisar cómo trabajar aquí y ahora para instalar a nuestra Democracia Cristiana Argentina en el corazón del pueblo.

Veamos algunas ideas  que nos den lineamientos generales para iniciar la labor:

1* Está claro que habremos  de comenzar asumiéndonos como partido revolucionario, miembros de un movimiento nacional, popular también revolucionario que se expresa en diversas manifestaciones. Hay  que  profundizar  esta definición de modo tal que no quede área de la actividad humana, de la vida argentina que quede sin las precisiones de nuestra doctrina.

2* Nos movemos en un régimen democrático liberal que potencia al modelo capitalista y contradictoriamente, llama al modelo comunista. Por lo que debemos plantarnos y decir qué somos y qué queremos  dentro de esta vida democrática que tenemos, pero revolviendo a estas instituciones hasta que haya conciencia de que han de trabajar distinto, o hasta que las ocupemos.

3* Nuestra actitud militante puede pasar inicialmente por “luchar por el pueblo”, pero debemos arribar a “luchar junto al pueblo”.

4* Debemos emplear a nuestro favor las técnicas del mercado, con el objetivo de  precisar mejor  como instalar a la Democracia Cristiana Argentina  y a sus dirigentes en el centro de la escena política.

5* Necesitamos  desarrollar una muy intensa tarea de producción de documentos, declaraciones y folletería que expliquen nuestras ideas y posturas de modo claro, sencillo, clarificador y terminante. Que señalen también nuestras diferencias con los nuevos engaños del capitalismo:  la social-democracia; la  tercer vía; etc.

Este material deberá  servir  como carta de presentación, como  impacto en la conciencia de quien lo lee, como presencia permanente en el hogar o en el trabajo de nuestros compatriotas, para la afiliación, el estudio, etc.

Pienso en distintos niveles de profundización de los temas y en muy diferentes modos de concretarlos. Ej. Política para leer en el colectivo; Política para leer en el trabajo;  Política para leer en familia; Política para leer en la escuela; Política para leer en el barrio. Y lo mismo  para economía, educación, etc. Y luego nuestras Propuestas para … Y más adelante nuestras  Acciones y hombres para….

6* Acompañar a estos documentos con la presencia insistente de nuestros dirigentes  y militantes en la calle y en los medios de comunicación social.

En la calle, mediante mesas barriales o en centros de concentración de actividad . O en los mismos medios de transporte panfleteando, haciéndonos conocer y dialogando en forma directa. Esto ya lo han hecho muchos y sirve. Además todas las formas que la iniciativa de dirigentes y militantes sugiera para estar presente con la palabra escrita y la dicha.

En los medios, insistiendo hasta el cansancio con la prensa tradicional, desarrollando  nuestros propios medios, metiéndonos en los medios independientes y en los “under”.

Tanto irá el cántaro a la fuente… que finalmente alguna rendija se abrirá.

Y siempre concretando acciones que sostengan estos comunicados: conferencias, debates, actos, manifestaciones, centros partidarios abiertos y funcionando, etc. Ante cada problema, cada necesidad, cada fecha clave, la Democracia Cristiana Argentina debe estar presente con su definición, su propuesta, acompañando  al pueblo allí donde sea.

Debemos promover, facilitar, respetar y concretar las iniciativas de los compañeros, dentro de  planificaciones nacional, regional y provincial.

7* Intensificar la captación de militantes y dirigentes en todos los ámbitos populares. Tenemos en claro las posibilidades que se abren por el descontento existente con los partidos tradicionales y hoy mayoritarios. Allí seguramente que encontraremos muchos que deseen militar intensamente en un modelo distinto, como el nuestro. Más aun sabiendo que el justicialismo por ejemplo, con una base doctrinaria cristiana, hace rato que tiró y pisoteó sus banderas. Hemos dicho varias veces que podemos ir con la ambulancia recogiendo los heridos que deja el liberalismo. Pero tengamos también muy en claro que si no asumimos un papel más protagónico, con ejercida vocación de poder,  nadie va a querer sumarse a un partidito con vocación minoritaria.

8* Hay que marcar un perfil propio y valiente de partido autónomo, no diluido ni escondido. Hay que formar un nuevo tipo de militante y de dirigente, empezando por nosotros mismos, con mayores dosis de audacia, de ambición política y de actividad militante; y con capacitación especial en el trabajo concreto hacia la toma del poder.

9* Nuestros equipos  técnicos deben dejar la formalidad de trabajar según las pautas de la estructura liberal y hacerlo proponiendo las nuevas estructuras del social-cristianismo. Nuestros profesionales, trabajadores y estudiantes deben tener permanentemente propuestas claras y desarrolladas en lo teórico y en lo práctico para exponerlas allí donde se dé la lucha por la idea, allí donde estén los problemas. Tomar la forma de Centros de Investigación o de Creación de la Nueva Sociedad. Pero de una buena vez deben hacerse ver rompiendo con lo viejo y tradicional. Son necesarios los pronunciamientos, los manifiestos, los cursos, los seminarios, la denuncia. Necesarios, pero nunca suficientes. La lucha política por un nuevo modelo de sociedad debe ser práctica, activa, solidaria, concreta, permanente

10* Como la tarea es mucha, podemos comenzar otorgando prioridades, según nuestras fortalezas o según las urgencias más notorias de nuestro pueblo. Y allí dar el impulso inicial.  A modo de ejemplo, iniciar con lo municipal, cooperativismo, mutualismo, PYMES y  universidades. Han sido y son forja de dirigentes  y de ideas, por lo que es suicida dejarlos de lado.

11* Los compañeros legisladores o funcionarios tienen una múltiple y compleja responsabilidad: a) Deben cumplir con sus funciones dentro del sistema para no ser descalificados ni ellos ni el partido. b) Deben   procurar legislar para un nuevo modelo y que así se comience a conocer lo que  es la Democracia Cristiana Argentina. c) Deben ser motores del crecimiento partidario a través de una militancia especialmente generosa y solidaria con los restantes compañeros.

A su vez, nuestros legisladores y funcionarios  deben recibir un fuerte apoyo institucional para que actúen como revolucionarios constructores de un nuevo modelo. A comienzos de siglo unos pocos legisladores socialistas lograron la sanción de leyes que conmovieron al régimen de entonces. Pasaron a la historia y el pueblo los recuerda pese a que en otras cosas fueron complacientes con el sistema. Pero comenzaron algo distinto. Nosotros, ¿ estamos haciendo algo igual?  No debemos dejar pasar posición u ocasión  sin avanzar en la destrucción de  cada una de las estructuras de la cadena de opresión.

12* Las conducciones partidarias en todos los distritos deben reflejar cabalmente un nuevo espíritu de trabajo en equipos solidarios, con audacia, con ambición, con hambre de crecimiento, de representación popular y de poder. Los cargos que se ocupan no son honoríficos, ni una mera formalidad para cumplir con cartas orgánicas o exigencias legales. Son puestos de trabajo y de lucha, no de testimonio formal.  Para lo cual han de planificar, organizar, concretar, auditar, evaluar.

Tienen que hacer y empujar a hacer. Exigir y exigirse.

13* El modelo, siempre el modelo social-cristiano debe estar claramente expresado en nuestra ideología y en nuestra acción. Para tener éxito no basta con citar la ideología en cuyo nombre trabajamos. Importa que seamos eficaces. Para que los argentinos se decidan por nuestra propuesta y traduzcan en actos concretos los principios que proponemos, debemos saber despertar el eco más profundo en su sentir. Esto  sólo podrá producirse mediante un lenguaje comprensible, adecuado a este tiempo y acompañando por el ejemplo de nuestras vidas.

14*  Una fuerte definición revolucionaria, sostenida en la acción va a ser unidad de medida para dirigentes y militantes. A muchos no les gustará o les asustará. Chau con ellos. Insisto:

El social-cristianismo será revolucionario o no será.

VII *

Todo esto nos dará una perspectiva sustancialmente distinta a nuestra política de frentes, alianzas o concertaciones.  Hay que dejar de  trabajar políticamente dentro del modelo (más suave o más honesto, pero siempre modelo liberal)  y dedicarnos a  organizar de una buena vez los frentes, alianzas o concertaciones que expresen únicamente al modelo social-cristiano. Siempre con  la actitud clara de defensa de las instituciones  y la vida democrática; pero procurando que éstas se pongan al servicio de este nuevo modelo que propiciamos.

Debemos asumir  que nuestro lugar para superar al modelo, es fuera de aquello que lo exprese, para que todos nos conozcan y sepan qué pensamos, qué queremos.

Nada lograremos mendigando cargos a las distintas expresiones de turno del modelo. Sea la ALIANZA, el FREPASO o  el PJ.  Debemos asumir nuestra lucha por nuestro propio espacio de poder.  Basta ya de estar disimulados o escondidos  en estructuras que ni nos expresan, ni nos respetan.

 VIII*

   La Democracia Cristiana Argentina no es la única expresión del social-cristianismo argentino.  Hay otras  aunque más no sea al nivel de  agrupaciones disidentes, en lo político, lo gremial, lo social-popular.

También es factible que desde nuestra definición y nuestra nueva actitud  de pelear por el poder, podemos sumar a algunos de los partidos políticos emergentes,  municipales o  provinciales que plenos de  buenas intenciones pueden ser una nueva oportunidad perdida sino se incorporan a un proyecto ideológico distinto a lo existente.

Debemos desarrollar con ellos  la cultura del encuentro que propone el Prof. Oscar Gutiérrez (Compañero de Junta Nacional). No nos creamos los mesiánicos dueños de la verdad y sus únicos ejecutores. El estar como estamos a nivel partidario, es un eficaz llamado a la modestia y a la realidad.

Mano tendida y corazón abierto en comunidad de ideales, para con todo lo que sirva para construir al modelo social-cristiano, instalarlo en el pueblo y llevarlo al triunfo.

IX*
Como estoy diciendo que hay que trabajar en lo concreto, me permito sugerir también algunas vías concretas de acción. En la certeza de que es terreno más difícil, pero el más necesario hoy. Por lo que creo que estas propuestas mías pueden servir más que nada de disparador de las iniciativas de los compañeros.

Conexión Partidaria:

Organizar una red nacional vía e-mail que nuclee a toda la dirigencia nacional para que reciba en tiempo real las novedades partidarias desde cualquier punto del país.

Esto va unido a la posibilidad de “chateo” entre la dirigencia para acordar trabajos, decisiones, etc. y a la socialización de la información.

Prensa:

Es un aspecto fundamental de cualquier trabajo político en este momento. Por eso propongo:

a* Organizar una red nacional vía e-mail que nuclee a todos los medios nacionales  para que reciban en tiempo real nuestras novedades.

b* Las dirigencias provinciales deben armar sus propias redes locales para repetir lo nacional y difundir lo propio.

Por cierto que no confío mucho en lo que la “gran prensa” pueda hacer por lo nuestro. Hay que insistir aunque más no sea para que no digan:  no nos dieron nada. Acudir a todo tipo de expresión periodística y como ya se dijo, la presión del dirigente en forma personal hasta lograr que se abran los espacios.

Y hay que trabajar en los medios propios: periódicos, radios o lo que se pueda. Hagamos el intento, agucemos el ingenio e intentemos.

Para concretar las redes de e-mail que propongo debemos estar preparados para aprovechar el plan nacional de ventas de PC (aún cuando huela a negociado) para que cada distrito tenga al menos una.

Folletería

Necesitamos material de difusión propio en distintos niveles, distintas presentaciones y grandes cantidades. Para  presentar al partido, para precisar nuestros lineamientos generales, para la denuncia, para las propuestas, para estudio y consulta, para formación, etc.

Habrá material común a todo el país y habrá material propio de cada jurisdicción. Pero ha de ser conveniente que existan consignas o lemas según las leyes del marketing que sean de impacto, y den unidad a todas estas campañas.

Internet

Los compañeros que sepan deberán armar y mantener una página de Internet que sea capaz de expresar toda la polenta de nuestras ideas y de nuestro trabajo. Con toda la dinámica necesaria para que la página esté actualizada y enriquecida con los aportes de todo el país.

Una página así no es desatinada si tenemos presente que son muchos los docentes que impulsan a sus estudiantes a buscar las expresiones de la política en Internet a partir del entusiasmo que ésta despierta en nuestros jóvenes.

Ya existe una propuesta concreta en este sentido del Co. Nolo Fernández Herrera (San Juan).

Movilización.

Hay que movilizar al partido, como supo hacerse décadas atrás. Y desde el partido, a toda la sociedad en acciones permanentes que pongan en discusión los temas centrales que acucian al país.

Por ejemplo, no dejo de lamentarme permanentemente cómo dejamos pasar la posibilidad de una movilización nacional alrededor de la cuestión de la deuda externa. Tras el seminario que se hizo, debió continuarse con mucho más. Pese a todo lo dicho por las iglesias cristianas en el tema, le cedimos la iniciativa a la izquierda  o a Bono (U2).

Debemos  lograr que nuestros locales estén abiertos al mayor tiempo posible con material y atendidos por compañeros con capacidad de comunicar, de sostener el clave diálogo inicial con quienes se acercan.

Marketing (aunque no me guste la palabrita).

Es importante que logremos instalar a nuestros  dirigentes y militantes en la opinión popular. Y debemos dedicar mucho esfuerzo a esta tarea.  Si bien proponemos el trabajo en equipos armónicos y solidarios, no hay que descuidar que nuestro pueblo le da mucha importancia a los liderazgos personales y que nos movemos en una sociedad mediática.   

Iniciativas.

Hay muchas ideas que surgen cuando leemos los documentos de la doctrina social cristiana, o cuando nos toca estar lúcidos; y que significan modos de concretar nuestro modelo, de resolver cuestiones, de instalarnos en lo político. Estas ideas pueden ser muy útiles en todo el país a poco que las analicemos con profundidad, las desarrollemos, las difundamos.

Con ellas y el  espíritu generoso y solidario de sus autores, podríamos armar un Banco de Iniciativas que a través de las redes que armemos se pongan generosamente a consideración de las conducciones y la dirigencia, a condición de que se pelee por concretarlas.

 Seminarios.

Intensificar los seminarios de formación teórica y práctica, de profundización de las propuestas, para cada actividad (universidad, gremial, etc); dentro de los lineamientos de un partido revolucionario que nos exige una práctica militante que aún no tenemos.

 Incorporaciones.

En un campo  así ampliado  e intensificado de actividad política partidaria habrá lugar y trabajo para muchos; lo que seguramente ha de convertir a la Democracia Cristiana Argentina en un polo atractivo para muchos argentinos actualmente disconformes con lo que los partidos políticos ofrecen, estén militando o no en la actualidad.

También puede ser el medio y la oportunidad para muchos compañeros que se alejaron de nuestro partido reconsideren su decisión y se sumen con entusiasmo a un nuevo proyecto político social-cristiano para Argentina.

Hay que ocupar el espacio nacional con militancia y asegurarlo con la afiliación, la creación de centros y una firma política de sostén, ayuda, exigencia y auditoría de sus labores.

 Acciones especiales.

Podemos comenzar con la organización de campañas especiales que signifiquen poner en acción todas o buena parte de las ideas antes expuestas: locales, mesas barriales, folletería, prensa, actos, etc.

Que nos saquen necesariamente de nuestras sedes y nos pongan junto al pueblo. Puede ser por ejemplo para el aniversario del Partido; para el día de…..

Con pongan a toda la Democracia Cristiana Argentina  en la calle con acciones planificadas y programadas con alcance nacional.

Al nivel de provincias, lo mismo de acuerdo a su realidad y problemática.

Economía.

El tema recursos es grave tanto para el partido nacional o provincialmente considerado, como para su dirigencia.

No puedo resolver mis propios problemas económicos, por lo que no puedo incursionar en este tipo de propuestas.

Pero es tema imprescindible, urgente y grave.

Por lo que se necesita el aporte de propuestas, más que en cualquier otro aspecto.

Todos estamos a la espera de ellas para poder hacer algo, para colaborar.

Sin recursos los sueños se achican.

  X*

En estos momentos  estamos dedicados a pensar una línea política que sea proclamada por la futura Convención en un documento que exprese nuestro pensamiento. Con los antecedentes que tenemos, seguramente que podremos lograr páginas brillantes, como son los aportes que ya venimos teniendo en ese sentido.

Pero permítaseme  señalar que entiendo que más que lograr un documento teórico, debemos aprobar una línea política expresada en una planificación de acciones concretas y con metas precisas tendientes al crecimiento cuali y cuantitativo de la Democracia Cristiana Argentina.

Acciones y metas de corto, mediano y largo plazo, fáciles de verificar, ejecutadas solidariamente y auditadas por las autoridades nacionales y provinciales.

No olvidemos que la última Convención aprobó la introducción de la planificación en Carta Orgánica. Que no sea letra muerta, sino despertador de iniciativas y actividad intensa y coherente.

  XI*

Tenemos mucha tendencia a mirarnos el ombligo y criticar siempre al que está al lado, a pelearnos y dividirnos.

A lo mejor por los celos propios de la política ejercida en un medio liberal, a veces por cuestiones banales agigantadas por la escasa posibilidad de crecimiento; otras seguro,  fundadas en las  distintas actitudes cristianas ante el modelo liberal.

El vivir criticándonos y purgándonos  suele florecer cuando se está en lo teórico, en la sede, en el laboratorio o en la charla de café

Creo que coincidimos todos en que tenemos que sacudirnos la modorra, tenemos mucho que desaprender y mucho por aprender. Para lo cual hay un solo camino, el de la militancia activa e intensa junto a nuestro pueblo hasta lograr el triunfo de  nuestra ideología.

Habremos de comenzar poco a poco, en círculos cada vez más amplios, como los de una piedra arrojada a un estanque, habremos de dar  inicialmente mucho peso a lo mediático y al marketing político que este modelo exige. Pero necesitamos llegar en un momento futuro no muy lejano a la presencia casa por casa, calle por calle, pueblo por pueblo, para que hagamos realidad este modelo social-cristiano que nos convoca y une. Seguro que así encontraremos más puntos en común que motivos para pelearnos y más posibilidades de crecer y de convertirnos en una fuerte y cierta opción política preferencial para nuestro pueblo argentino.

Necesitamos que nuestra acción tenga la misma polenta y claridad que nuestra ideología. De poco vale la mayor o menor felicidad en la elaboración de un documento si tras su redacción, no podemos concretar las acciones que se requieren.

Ya es hora Democracia Cristiana Argentina que nos pongamos a construir junto a nuestro pueblo!!

Un abrazo solidario a todos.

 

El Volcán  (San Luis). Mayo 21 de 2.000.