Corría julio de 2004. Alberto Rodríguez Sáa llevaba un año como gobernador. En la ciudad de San Luis hervía el conflicto por las dos municipalidades: la legal de Daniel Pérsico y la trucha de María Angélica Torrontegui. La que a su vez era la Presidente del Partido Justicialista – San Luis, dato que era más que conocido por propios y extraños.
En tantos años en el poder la familia Rodríguez Sáa había alcanzado a inspirar en muchos un cierto temor a molestarlos, a ofenderlos, a dudar de ellos y de toda la dirigencia que los acompaña.
Por ejemplo, a nadie se le hubiera ocurrido dudar de cheques de una cuenta oficial del Partido Justicialista. Eran prácticamente plata en mano. De ahí que en esos días unos cuantos comerciantes de la ciudad capital aceptaron sin más los cheques con los que se pagaron insumos para un importante encuentro político – gastronómico organizado por esa fuerza política.
Sin embargo esos cheques pos datados fueron devueltos por el banco emisor – BANEX – por “cuenta cerrada con aviso al Banco Central de la República Argentina.”
Muchos perjudicados se callaron por el temor a enfrentar al poder político provincial. Con el tiempo, dos de esos cheques llegaron a mis manos e incluí esa información en un libro publicado en el 2009.
Es bueno tener memoria y de paso, contar cómo se hacen las cosas aquí, en este San Luis feudal.
Los cheques son dos:
a) Nº 00264705 por $290.- para el 3 de agosto de 2004.
b) Nº 00264711 por $570.- para el 18 de agosto de 2004.
Ambos del Banco BANEX, cuenta 101 – 32-0010606/2 PARTIDO JUSTICIALISTA SAN LUIS, Bolívar 548 – 5700 San Luis.
Los importes pueden parecer bajos pero para los comerciantes perjudicados, significan el 100% de sus ventas. Las que nunca recuperaron.
Los dos cheques están firmados por la misma persona sin que se identifique su cargo, ni se aclare la firma. Hay indicios de quien firma, pero no se pueden comprobar a la fecha. Y caben otras consideraciones acerca de estos “voladores”:
1* Los partidos provinciales pueden tener cuenta en Bancos oficiales provinciales o en bancos que operen como agentes financieros del estado provincial, como sí lo era el BANEX.
2* Pero siendo el Partido Justicialista un partido nacional debe tener una cuenta en Banco Oficial ya que debe rendir cuenta de todos sus movimientos económicos ante la Justicia Electoral Federal. Para lo cual sólo sirve el Banco de la Nación Argentina.
3* De ahí que dudo de la legitimidad de una cuenta partidaria en el BANEX. Lo que hace pensar que la cuenta estaba cerrada justamente porque no corresponder una cuenta en el BANEX para un partido político nacional.
4* Este BANEX rechaza los cheques por “cuenta cerrada con aviso al Banco Central de la República Argentina.” Insisto en ello, porque no señala ninguna de las otras categorías posibles para rechazo como ser: Falta de firma, firma dudosa, denuncia policial por robo o extravío, etc.
5*El caso es que estando cerrada la cuenta, hecho que no podía ser desconocido por las autoridades partidarias, no se devolvió la chequera al Banco como corresponde y se los siguió usando, configurando así un accionar delictual.
Nadie del PJ se hizo cargo de esto. Más aún, ni cinco de… atención! Ni siquiera una respuesta evasiva. Solo silencio. Silencio estruendosamente acompañado por el BANEX.
Estamos ante una maniobra con cheques de una cuenta bancaria cerrada a la mayor fuerza política provincial. Fuerza que parece no conformarse con los desmanejos económicos en el gobierno que ejerce, sino que además busca joder a la gente que trabaja y que creyó en el valor de sus cheques.
¿Cheques de una cuenta cerrada del PJ San Luis? ¡Ja! De eso no se habla!
Mucho menos si la presidente del partido en ese momento, Sra. María Angélica Torrontegui, discutía una intendencia en la Corte Suprema de Justicia y si hoy aspira a una senaduría provincial.