Este pensamiento de Bertold Brecht es un clásico. Pero es tan claro y contundente como necesario en este San Luis feudal; en el que muchos miran para otro lado, desinterándose, tirándole palos a la política y a los políticos. Como si la solución nos fuese a venir de regalo. La política es el camino, la democracia republicana el marco. En ellas debemos comprometernos con lo mejor de nosotros. ¡Vamos San Luis, hay que vencer al feudo desde la maravillosa e imprescindible política!
Leamos a Brecht, tengámoslo presente y actuemos.El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de laharina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.