En un acto partidario reciente el pre candidato a gobernador Dr. Alberto Rodríguez Saá, dijo: “Traeré la carrera de medicina a la Universidad de La Punta”. Días atrás había prometido llevar esa carrera a la localidad de Quines. Es presumible que aspire a las dos cosas: carrera de medicina en Quines a través de la Universidad de La Punta (ULP).
Y como en esto de universidades este candidato tiene su historial, es bueno el ejercicio de recordar y precisar. (Y no es ésta la primera vez que me refiero a este tema)
1* La ULP no ha obtenido el reconocimiento nacional que marca la ley 24521. Su ley de creación establecía que se solicitaría ese reconocimiento, por lo cual se inició una gestión que fracasó ya que la documentación presentada fue devuelta por incompleta.
Tras este rechazo y por aquello de “las uvas están verdes”, Alberto RS dijo que la ULP no necesitaba ese reconocimiento e hizo modificar la ley quitando el artículo específico.
Recordemos que cuando el actual gobernador Poggi decidió pedir ese reconocimiento, Alberto RS a través de sus editoriales lo criticó duramente casi ordenándole que desista de esa acción. Por cierto que Poggi obedeció calladamente.
Por lo tanto la Universidad de La Punta al no cumplir las exigencias legales vigentes no integra el sistema universitario nacional.
2* La carrera de medicina es una carrera de grado. No tecnicatura, ni carrera corta. Y las carreras de grado se dictan únicamente en universidades que integran el sistema universitario nacional. Más aún, la carrera de medicina requiere no sólo el reconocimiento y validez que otorga el Ministerio de Educación de la Nación, sino también la acreditación.
3* ¿Y qué es la acreditación?
Es la máxima exigencia de calidad en los estudios universitarios, lo otorga la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria), tras una larga, trabajosa y exahustiva evaluación de recursos económicos, materiales y humanos.
Además de no tener reconocimiento que le permita integrar el sistema universitario nacional, la ULP está lejos de reunir las exigencias de una acreditación. Al menos en el corto plazo.
4* Estas exigencias de reconocimiento de universidades y de acreditación de carreras no son meras trabas burocráticas. Son propias de la globalización de los estudios universitarios, que a su vez marca crecientes exigencias de calidad. La ULP es la única universidad provincial que se resiste a integrar el sistema nacional. La Universidad Autónoma de Entre Ríos, fue la primera en lograrlo hace años. La provincia de Buenos Aires creó varias universidades, las que ya no están reconocidas o nacionalizadas están cumpliendo las exigencias. La Universidad Provincial de Córdoba logró la aprobación de CONEAU y espera el definitivo decreto presidencial.
5* No es sencillo el organizar desde cero y conforme la ley, una universidad. Mucho más con estudios de medicina. Por eso es que el gobierno feudal que padecemos en San Luis, cuando quiere universidades en serio, logra la creación de universidades nacionales por ley. Que la Nación pague lo que necesitan las Universidades Nacionales de Villa Mercedes y del Comechingones.
Mientras, la provincia tiene a la ULP con tecnicaturas, haciendo negocios públicos y privados y sin que se cumpla con su propia ley en cuanto a la forma de gobernarse. O tiene la Universidad de Oficios, en la que sólo se enseñan… oficios. No es que esté mal hacerlo; solo que para eso no hace falta crear una universidad.
Nuestras universidades provinciales sirven para manejar con mucha libertad importantes presupuestos y para repartir cargos.
5* ¿Y qué pasará con las promesas de medicina para la ULP y para Quines?
El camino correcto es que cumplan con la actual ley 24521. Lo que no me parece que esté en el ánimo del Alberto RS.
La otra es que firme algún acuerdo con una universidad que ya tenga acreditada y en funcionamiento una carrera de medicina y que abra una “extensión áulica” allí dónde se hizo la promesa. Así comenzó a funcionar en el ámbito de la Universidad Nacional de La Rioja, hasta que finalmente logró su propia acreditación.
El caso es que en materia universitaria el Dr. Alberto Rodríguez Saá ha dado acabadas muestras de no querer ajustarse a la legislación nacional.
¿O será que en esta ocasión le ha picado el bichito de la legalidad?
SAN LUIS. Julio 28 de 2015