Tanto la deserción (particularmente alta en la secundaria) como la inacción ante ella, son una triste realidad en nuestro país.
Se multiplican así en Nación y provincias planes de terminalidad educativa, buscando que quienes hicieron abandono de la escuela primaria o secundaria, las finalicen. La muy numerosa inscripción que se registra en estos planes, muestran el fracaso de los gobiernos en sus políticas de educación.
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