LOS COLETRUCHOS DE ADOLFO

El gobernador invirtió recursos estatales para convocar, trasladar y reunir a los estudiantes secundarios, el año pasado. Politiquería efectista, los encuentros concluyeron pidiendo la creación de los Colegios Universitarios y de la Universidad Nacional de San Luis. Desde entonces, con el tremendo peso de los medios de comunicación manejados al antojo, el tema se instaló en la sociedad.

Los Colegios Universitarios surgen de la Ley de Educación Superior y se reglamentan por decreto. Se crean sobre la base de un acuerdo con universidades de la región, tras cumplir con los requisitos de la planificación regional universitaria, y deben obtener el reconocimiento del Ministerio de Educación y Cultura.

El gobernador dio por creados los Colegios, indicó las carreras a dictar e inscribió a más de mil jóvenes. Despertó ilusiones, pero no informó ni demostró haber cumplido con los pasos previos. Es por ello que el decreto de Rodríguez Saá no habla de Colegio Universitario sino de Instituto Tecnológico Superior. ¿Cuál será, entonces, el destino de más de 60 millones previstos en el presupuesto para el funcionamiento de los Colegios Universitarios?. Ante el desatino evidenciado, bien puede pensarse que vayan a parar a fines non sanctos, como en tantas otras cosas.

Seguro que tanto se insiste con una Universidad en Villa Mercedes, para tener una institución dócil para albergar su idea de los Colegios.

El adolfo-albertismo ratifica que en educación anda por izquierda. Vaya a saber por qué, tras qué objetivos; vaya a saber a quién culpará más adelante para justificar sus mentiras ante los problemas o demoras que surjan.

La creación de una Universidad Nacional en Villa Mercedes, también fue propuesta con ruido usual. La Universidad Nacional de San Luis, se sabe, es la única estructura estatal en la provincia que el adolfo-albertismo no controla. Busca dividirla, anularla, arrinconarla. De paso, trata de recuperar votos perdidos en el Departamento Pedernera. Induce a los jóvenes que pidan la nueva universidad. Instala el tema, utilizando recursos de la provincia. Así vemos a la Fiscal de Estado descuidar sus importantes funciones para empujar la nueva idea.

Se miente cuando se pretenden discriminaciones de la Universidad con Villa Mercedes, también en cuanto al presupuesto y a las relaciones entre los dos centros universitarios. Una nueva universidad se crea por ley, tras estudios de factibilidad rigurosos. ¿Cómo fundamenta Adolfo tres universidades (San Luis, Villa Mercedes y Rio IV) en 200 kilómetros?. ¿Cómo explica el elevado gasto que exigiría una nueva casa, cuando se alardea de políticas de racionalización y reducción presupuestarias?. Por otra parte, no estamos en una región que, como el Gran Buenos Aires, justifique por densidad de población otra universidad.

Lo cierto es que como el adolfismo no puede dominar la Universidad de San Luis, busca crear una nueva. Con tal criterio, la oposición que no logra vencerlo, podría pedir la creación de una nueva provincia.

Lo racional sería que el gobierno una sus esfuerzos a la Universidad para lograr más y mejores recursos, tanto de la nación como del ámbito internacional.

Lo irracional es lo que se muestra: no ayudar a los que no puede dominar y controlar. Reventarlos. Aunque, como en este caso, sea mintiendo a la población y a los jóvenes, con banderas electoralistas de efectismo. Una nueva universidad no es garantía de solución a los problemas detectados, entre ellos, los del menemismo, corriente que Rodríguez Saá sostiene.

Lo grave es que jóvenes con ambiciones de estudiar se inscribieron en el coletrucho de Adolfo. Advierten y advertirán que su futuro no es claro.

Publicada en EL DECAMERÓN – Año 3 – Número 49 – 24 de Mayo de 1998